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Los misterios de la vida

eu.8 de octubre de 2003

El Premio Nobel de Química fue otorgado a los estadounidenses Peter Agre y Roderick Mackinnon, por sus investigaciones sobre los canales moleculares, que han contribuido a comprender una amplia gama de enfermedades.

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Los Premios Nobel de Química 2003: Peter Agre (izquierda) y Roderick MacKinnon.Imagen: AP

"El premio de este año ilustra la relevancia de la bioquímica para la comprensión de los procesos vitales", resume la argumentación de la Real Academia Sueca de Ciencias, que distinguió a dos representantes de la actual generación de investigadores. Peter Agre y Roderick Mackinnon son científicos que se han consagrado al estudio de los canales de las membranas celulares hasta lograr establecer las vías de transporte de los iones a través del cuerpo humano.

Es del conocimiento general que el cuerpo humano está integrado en un 70 por ciento de agua y numerosas sales diluidas en ella. Pero el cómo el líquido vital es transportado por las membranas celulares, es algo que hace unos años todavía era desconocido, pese a que se sabía de la existencia de dichos canales desde el siglo XIX. Es fundamental el comprender este proceso vital para entender el fenómeno de la vida y porqué se producen enfermedades cardíacas, nerviosas, neurológicas, renales y musculares.

Los canales de agua

Peter Agre, de 54 años y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins, de Baltimore, fue quien logró aislar una proteína en 1988, que resultó ser el canal largamente buscado. Los trabajos de Agre abrieron las puertas a una larga lista de estudios de bioquímica, fisiología y genética, aplicados a bacterias, plantas y mamíferos. Agre recibirá el premio por el ‘descubrimiento de los canales de agua’, según la argumentación de la Academia Sueca.

Su compatriota, Roderick Mackinnon de 47 años, es profesor del Centro de Neurobiología Molecular y Biofísica en la Universidad Rockefeller de Nueva York. Es considerado pionero en la investigación de la estructura y mecánica de los canales iónicos, responsables de la transmisión de sales. El investigador sorprendió a la comunidad científica en 1998, al conseguir determinar la estructura de un canal para el potasio, cuestión de gran relevancia para comprender el funcionamiento de los sistemas neurológicos y musculares.

Métodos aplicados ampliamente

Lo trascendental de las investigaciones de ambos radica en que a través de ellas se comprende mejor que sucede en el cuerpo humano al producirse una amplia gama de enfermedades."Se trata de trabajo trascendentales", afirma el Director del Centro de Neurobiología Molecular de Hamburgo, Olaf Pongs. "Las mutaciones en dichos canales están a menudo relacionadas con enfermedades hereditarias, como la insuficiencia cardiaca y la epilepsia. También en la búsqueda de tratamientos es fundamental el comprender el funcionamiento básico de dichos canales", afirma.

Todos los canales iónicos funcionan bajo el mismo principio. Son formados por proteínas que tensan las membranas de afuera hacia adentro, donde se encuentra un orificio que se abre y se cierra según sea necesario, dejando pasar sólo iones –partículas eléctricas- Algunos de estos canales son conductores de hasta 100 millones de iones por segundo.

La Academia Sueca distinguió claramente avances que afectan a un radio muy amplio de la medicina actual, ya que actualmente estos métodos se practican anualmente a unos 60 millones de enfermos en todo el mundo.