El mercado eléctrico en Alemania lo compartían hasta ahora cuatro grandes compañías. Pero la situación ha cambiado con el creciente apoyo gubernamental a los productores de energía alternativa, solar y eólica principalmente. Como medida de presión, el sector eléctrico basado en combustibles fósiles amenaza ahora con cerrar centrales termoeléctricas, poniendo en peligro la seguridad energética.