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¿Luz verde para Israel?

Emilia Rojas Sasse27 de julio de 2006

La violencia sigue su curso en el Líbano y el norte de Israel, sin que la comunidad internacional logre aunar criterios para detenerla. Pese a ello, el ministro alemán de Relaciones Exteriores rechaza las críticas.

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El embajador estadounidense, John Bolton, evitó una condena al ataque israelí contra observadores de la ONU.Imagen: AP

"No comparto la apreciación de que la conferencia (de Roma) haya sido una decepción", afirmó el jefe de la diplomacia germana, Frank-Walter Steinmeier, en una sesión extraordinaria de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento alemán. Y explicó enseguida por qué: más no se podía esperar. El ministro está en lo cierto, porque en la comunidad internacional dista de haber consenso en cuanto a cómo tratar la crisis del Líbano. Lo demuestra también lo ocurrido en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde no fue posible acordar una resolución sobre el ataque israelí que costó la vida a cuatro observadores militares de la organización mundial en el Líbano. Mientras el embajador de Francia, que preside de momento el Consejo, se mostró decepcionado y el de China subrayó que, en lo que a su país respecta, la condena era necesaria, el representante estadounidense afirmó que no había motivo alguno para dudar de la versión de Israel, según la cual lo ocurrido fue un accidente. En suma, no hubo resolución.

La interpretación israelí

La postura sostenida por Estados Unidos y algunos países que lo secundan fue también lo que impidió en Roma una exhortación perentoria al cese del fuego. Algo que en Israel por lo visto se entendió como luz verde para seguir adelante con la ofensiva contra Hezbolá en el Líbano. Al menos el ministro de Justicia israelí, Haim Ramos, lo interpretó así ante los micrófonos de la radio del ejército, indicando que se había recibido una "autorización" para continuar, pese a que algunos delegados lo hayan aceptado sólo a regañadientes.

Sea como fuere, los ataques prosiguen, y con un alto respaldo de la población, de acuerdo con una encuesta realizada por el diario israelí Maariv. La aprobación ciudadana a la ofensiva contra Hezbolá sólo bajó en la última semana de un 90 a un 82%. Los partidarios de un alto el fuego inmediato apenas aumentaron del 8 al 12%.

Divergencias en Alemania

En Alemania, en cambio, la opinión pública se está inclinando contra la ofensiva israelí, según fuentes del Consejo Central de los Judíos. Su secretario general, Stephan Kramer, señaló a un periódico que diariamente reciben más de 200 mensajes electrónicos con críticas. Agregó que la mayoría de ellos son tan negativos "que traspasan los límites del antisemitismo". Ante este trasfondo, alabó los esfuerzos diplomáticos de la canciller Angela Merkel y su ministro de Relaciones Exteriores, indicando: "No se debe olvidar que en Alemania más del 70% rechaza la posición israelí" y, ante este trasfondo, el gobierno actúa pese al cierto riesgo de "contrariar a la propia opinión pública".

En la esfera parlamentaria alemana, en tanto, las opiniones también están divididas. Parte de la oposición critica al gobierno por no presionar para que cesen de inmediato las hostilidades, como lo demandaron la ONU y otros países europeos. La portavoz de Los Verdes en materia de política exterior, Kerstin Müller, reprochó concretamente a Berlín no ejercer suficiente influencia y esconderse tras Estados Unidos. El dirigente liberal Wolfgang Gerhardt, en cambio, opinó que un alto el fuego inmediato no representa una solución, si no se resuelve el conflicto de fondo. La misma postura fue manifestada por miembros de la Unión Cristiano Demócrata, el partido de Angela Merkel.