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Madrid "lamenta" respuesta de Puigdemont y exige rectificar

16 de octubre de 2017

El Gobierno español lamentó la respuesta elusiva que dio hoy a su ultimátum el jefe del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont, y le recordó que tiene plazo hasta el jueves para volver a la legalidad.

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Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España.
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España.Imagen: picture-alliance/dpa/P. White

La vuelta a la legalidad exigida por el Gobierno de Mariano Rajoy consiste en que Cataluña de marcha atrás en su plan independentista para así evitar que el Estado intervenga la autonomía de la región.

El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, advierte en su carta de respuesta al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, este lunes (16.10.2017), que, en referencia al artículo 155, él será "el único responsable de la aplicación de la Constitución".

Rajoy lamenta "profundamente" que no haya contestado al requerimiento que le efectuó y explica que esa petición supone el paso previo al procedimiento establecido en ese artículo del texto constitucional. 

"Espero que en las horas que quedan hasta que se cumpla el segundo plazo del requerimiento responda con la claridad que todos los ciudadanos exigen y el derecho requiere", dice el mandatario.

"Prolongar esta situación de incertidumbre solo favorece a aquellos que pretenden liquidar la concordia cívica e imponer un proyecto radical y empobrecedor para Cataluña".

Rajoy había dado a Puigdemont hasta las 10:00 horas de hoy (8:00 GMT) para responder si declaró o no la independencia de Cataluña el martes pasado en una confusa comparecencia ante el "parlament" regional, donde anunció ese paso pero lo suspendió de inmediato para pedir diálogo con Madrid.

En lugar de responder con un "sí o no" claro al requerimiento, como pedía Madrid, Puigdemont envió una carta de dos páginas en la que no aclara si proclamó la independencia unilateral y pide abrir un proceso de dos meses de diálogo para buscar una salida a la crisis.

"No dejemos que se deteriore más la situación", concluye el documento del dirigente catalán en tono conciliador. "Con buena voluntad, reconociendo el problema y mirándolo a la cara, estoy seguro de que podemos encontrar el camino a la solución".

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por su parte, respondió al llamamiento al diálogo de Puigdemont, subrayando que "el diálogo no se exige, se practica", y le ha advertido de que cumplir la Ley es el "mínimo exigible" para hablar.

"No era muy difícil decir sí o no. Era la apregunta que se le hacía. No era una pregunta complicada", añadió la "número dos" de Mariano Rajoy, que recordó el segundo plazo del ultimátum fijado hasta el jueves. "El Gobierno espera que (...) Puigdemont responda con la claridad que los ciudadanos exigen".

En una comparecencia en La Moncloa después de que el Ejecutivo haya recibido la respuesta de Puigdemont a su requerimiento, Sáenz de Santamaría ha insistido en que "nadie le niega el diálogo" a Puigdemont, pero debe hacerse "dentro de la Ley, con la máxima claridad y en el Congreso de los Diputados", que es "donde está representada la ciudadanía".

CP (dpa, efe)