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Marchas pacifistas, ¿en vías de extinción?

Christoph Ricking
15 de abril de 2017

Guerra en el Cercano Oriente, crisis en Europa, rearme en casi todos los continentes: motivos para manifestar a favor de la paz no faltan. Pero las tradicionales marchas pacifistas de Pascua se han debilitado. ¿Por qué?

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Manifestación pacifista en Hamburgo, en 2015.
Manifestación pacifista en Hamburgo, en 2015.Imagen: picture-alliance/dpa/Scholz

Como cada año, en el domingo de Pascua tendrán lugar marchas pacifistas. En Alemania, estas se realizan desde hace ya 57 años. El origen de ese movimiento estuvo en Gran Bretaña,  donde la Campaña por el Desarme Nuclear organizó en 1958 una marcha hacia el Centro de Investigación Nuclear de Aldermaston, para protestar contra las armas atómicas. 10 mil personas acudieron a esa manifestación.

En su cúspide, el movimiento pacifista llegó a sacar a las calles a unas 300 mil personas, tan solo en Alemania. Eran las postrimerías de la década del sesenta, durante la guerra de Vietnam. También en la década del ochenta marcharon cientos de miles de personas, en protesta contra la decisión de la OTAN de instalar misiles.

Motivos suficientes para protestar

Pero, entretanto, el movimiento pacifista se ha debilitado. De acuerdo con los organizadores, el año pasado participaron unas 10 mil personas en las cerca de ochenta marchas realizadas en Alemania.

Manifestación británica contra las armas nucleares, en 1958.
Manifestación británica contra las armas nucleares, en 1958.Imagen: picture-alliance/dpa

"La sociedad ha cambiado desde los años ochenta”, señala Kristian Golla, de la Red de Cooperativas por la Paz, aludiendo a la entrada en escena de las redes sociales. Hace notar que la calle ya no es el único escenario de expresión de las protestas pacifistas. A su juicio, lo fundamental no es la cantidad de gente que acuda a las Marchas de Pascua de Resurrección. "Para mí, la fortaleza de este movimiento radica en que desde hace años hay una cantidad similar de manifestaciones, en ciudades pequeñas y grandes. La fortaleza del movimiento pacifista está en su continua presencia en Semana Santa”, indica.

Motivos para protestar no faltan. El ejército alemán está activo en varios lugares, como Afganistán o Mali. La sangrienta guerra de Siria continúa. A través de los numerosos refugiados que han llegado a Alemania, la gente siente de cerca las repercusiones de esos conflictos. La Unión Europea, garante de la paz en Europa, se encuentra en una profunda crisis. En Estados Unidos hay un presidente impredecible. El Kremlin se involucra en el conflicto de Siria y se prolonga, con menor perfil, el de Ucrania. A eso se suma un rearme general.

Nuevas formas de expresión

Hoy día, muy pocos pueden comulgar con el credo de “deponer todas las armas”, dice la politóloga Nicole Deitelhof. Agrega que, en vista de la situación actual, también intelectuales de izquierda se preguntan si es posible prescindir por completo de intervenciones militares, o si se necesitan en casos puntuales para proteger los derechos humanos. A su juicio, el rito de las marchas de Pascua ya no atrae a los jóvenes. "Ellos prefieren aportar sus propias modalidades e ideas creativas”, indica, explicando que las actividades actuales por lo general se centran en un tema determinado y se organizan vía Internet.

Un ejemplo de ello es "Pulse of Europe”, un movimiento que da qué hablar desde hace algunas semanas. Decenas de miles de personas salen desde entonces a la calle a manifestarse a favor de una Europa unida. Wolfgang Kraushaar, del Instituto de Investigaciones Sociales de Hamburgo, observa puntos en común entre "Pulse of Europe” y el movimiento pacifista. Pero, ya que se trata de un sector similar de la población, no espera que dé nuevos impulsos a las marchas de Pascua de Resurrección.

No obstante, no hay que darlas por acabadas. Ya en una ocasión el movimiento pacifista se debilitó, en los años noventa. La Guerra Fría había terminado y se había frenado por lo pronto la carrera armamentista. Pero cuando Estados Unidos invadió Irak en 2003, el movimiento pacifista volvió a movilizar a unas 100 mil personas en Alemania.