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Marchas pacifistas

DW-WORLD23 de marzo de 2008

Miles de personas participaron este domingo en las tradicionales marchas que el movimiento pacifista alemán celebra anualmente en los días de Semana Santa.

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Manifestaci�n en M�nich.Imagen: picture-alliance/ dpa

Las marchas, descentralizadas en múltiples ciudades del país, tuvieron como temas principales las guerras en Afganistán y en Irak, pero también el rechazo a planes de nuevos proyectos de índole militar en Alemania.

Berliner Ostermarsch
Marcha en Berl�Imagen: picture-alliance/ dpa

De acuerdo a los organizadores, la cifra de participantes en las caminatas fue más alta que en los últimos años. Sin embargo, distan de alcanzar la masividad que tuvo el movimiento pacifista en los años ochenta cuando protestaba contra el peligro de una guerra mundial nuclear.

La más numerosa de las marchas se celebró a unos 100 kilómetros al oeste de Berlín, en la región de Kyritz-Ruppiner Heide, para protestar contra los planes del gobierno de instalar en un antiguo cuartel militar el mayor centro de prácticas de bombardeos aéreos en Europa central, conocido como el bombodromo.

Las marchas continuarán el lunes, día festivo en Alemania.

Tradición de Pascuas

La primera marcha alemana de Semana Santa se efectúo en 1960, copiando la iniciativa de 1958 en Londres del Premio Nobel, Bertrand Russel en campaña por el desarme nuclear. La marcha de cuatro días desde Londres hasta a la central de investigación nuclear de Aldermaston a 83 kilómetros de distancia fue el nacimiento de una nueva forma de protestas contra armamento nuclear.

Dos años después comenzaron a realizarse este tipo de marchas en Alemania. En Semana Santa miles de alemanes partieron de diferentes puntos del norte germano hacia Bergen Hohne donde el ejército estadounidense hacía pruebas con cohetes Honest John portadores de armamento nuclear.

Ostermarsch Stuttgart
Marcha en Stuttgart.Imagen: picture-alliance/ dpa

“Fue un esfuerzo enorme puesto que nadie de nosotros tenía experiencia en este tipo de manifestaciones. Realmente partimos cuatro días en marcha de manifestación” recuerda Andreas Bruno organizador del movimiento y posteriormente Profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Fráncfort. Es uno de los padres del movimiento pacifista alemán.

Desde el principio el movimiento de marchas de Semana Santa fue una mezcla de grupos pacifistas y grupos antibélicos de todas las tendencias. “Fue en verdad el primer movimiento social de la República Federal de Alemania independiente de partidos y grandes organizaciones, que de fuerza y financiamiento propio logró desarrollar una nueva cultura de protesta”, analiza Bruno. Una forma de expresión completamente nueva en las estructuras tradicionales alemanas.

Nace un partido

Con el paso del tiempo el espectro temático fue ampliándose: Pronto se protestó no sólo contra armamento nuclear sino también a favor del desarme y de la democracia.

Alcanzó su cenit con las protestas a principios de los 80 del siglo pasado, cuando cientos de miles de personas se manifestaron contra el estacionamiento de armamento nuclear y cohetes de corto alcance en Alemania.

Esta fue también la hora de nacimiento de un nuevo partido: Los Verdes. “El partido tiene sus raíces en este movimiento social, ecológico y antinuclear, y especialmente en el movimiento pacifista”, explica Manfred Stenner de la Red de Cooperativas de Paz, la central de coordinación nacional de movimientos pacifistas. Sin embargo el partido ha perdido su identidad pacifista. “Seguimos teniendo buenas relaciones con los políticos de defensa de Los Verdes. Pero como partido ya no son pacifistas y han dejado de ser parte del movimiento”, explica Stenner.

Símbolos del movimiento

Berliner Ostermarsch
En el 2006 contra los recortes sociales.Imagen: picture-alliance/ dpa

Las manifestaciones de Semana Santa fueron las acciones centrales del movimiento pacifista en la década de los sesenta y los setenta y concentraban a miles de personas. Actualmente son sólo una forma de manifestarse más, lo que explica en parte la baja participación.

Pero aún cuando hayan perdido en espectacularidad siguen siendo símbolo del movimiento pacifista y dan identidad a muchas organizaciones sociales. “Resulta práctico que exista esta base de iniciativas y la organización de coordinación nacional para cuando hay guerras”, explica Stenner. “Esto nos permite poder imprimir panfletos en menos de medio día, organizar manifestaciones con el resto de las organizaciones y movilizar hasta a medio millón de personas en las calles de Berlín en poco tiempo”.