Marx: "un desconocido para la generación joven"

DW-WORLD: ¿Quién fue el "verdadero" Karl Marx, como figura histórica?

.Meyer: Como todos los grandes pensadores, Marx era multifacético y podía entendérselo de muchas maneras. Era, al mismo tiempo, demócrata y crítico de la democracia; crítico y simpatizante del rendimiento de las nuevas dimensiones que cobró la productividad a través del capitalismo. Criticaba el culto a la personalidades y él mismo era proclive a ello; amaba el espíritu científico y la orientación realista, y él puso en circulación un mensaje de calidad casi religiosa. Según la lectura que se haga existe más de un verdadero Karl Marx. Esta ambivalencia es un hecho importante sobre el Marx histórico.

DW-WORLD: ¿Cuál es su aporte más significativo? ¿Todavía sirve?

Meyer: Su aporte más significativo es haber resaltado el gran papel de la economía política para todos los campos de la sociedad y su crítica de las crisis y las consecuencias humanas del capitalismo dejado a merced de su propia dinámica. También demostró que el orden económico de la sociedad sólo es humanamente compatible a través de su contextualización política, social y cultural. Lo que no hizo fue decir cómo llevar a cabo esa contextualización. A menudo tomaba posiciones extremas, sin explicar convincentemente qué alternativas prácticas existían ni cómo podían ser organizadas. Ciertos elementos a su crítica del capitalismo siguen dando impulsos a las ciencias sociales modernas. Para una explicación cabal del mundo moderno, sin embargo, su teoría está obsoleta.

DW-WORLD: ¿Qué concretamente está obsoleto?

Meyer: Sobre todo su manera de pensar utópica, según la cual todo es posible sin mostrar cómo se puede organizar esas situaciones planteadas en un mundo complejo. Se ha demostrado que las economías complejas no existen sin mercados y que éstos desempeñan un papel primordial en la configuración de la propiedad de los medios de producción. Está demostrado que la confianza marxista en que las leyes del movimiento histórico llevarían por sí mismas a la realización de la sociedad perfecta sin desigualdades, sin explotación y sin el dominio del hombre por el hombre no es otra cosa que otra forma de una esperanza de redención religiosa. En nuestro tiempo, ni en la ciencia ni en la política encuentra adeptos dignos de ser tomados en cuenta.

DW-WORLD: ¿Qué elementos marxistas hay en las críticas al capitalismo del presidente del SPD, Franz Müntefering?

Meyer: Müntefering retoma la idea de que el orden económico de la sociedad no puede ser un fin por sí mismo, sino que debe ser medido con la vara de los intereses humanos y sociales. Su crítica iba más bien dirigida a los empresarios, y no al sistema capitalismo de mercado. Parte del supuesto de que existen muchas concretizaciones de capitalismo, y no sólo la norteamericana con su shareholder value.

A ello opone Müntefering volver a las bases de la economía social de mercado, lo que caracterizó a la República Federal de Alemania desde sus inicios. La crítica de Müntefering tiene elementos de la crítica marxista al capitalismo, pero se distingue de ella plenamente en cuanto que Müntefering se basa en el concepto de democracia social.

DW-WORLD: ¿Es Marx un mito que se instrumentaliza?

Meyer: El mito de Marx se instrumentaliza hoy negativamente. Marx como causante de todo lo que se oponga al capitalismo. Pero básicamente, en occidente el mito de Marx ha perdido toda su magia. Mientras que la juventud de la generación del 68 lo siguió fiel y entusiastamente, para la generación joven actual es prácticamente un desconocido.