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"'Matria' es una invitación a repensar México"

14 de noviembre de 2016

El cineasta mexicano Fernando Llanos conversa con Deutsche Welle sobre la vida de su abuelo Antolín Jiménez y cómo se convirtió en el protagonista de su documental „Matria".

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Fernando Llanos, Regisseur des Dokus "Matría"
Imagen: Gregorio Roche

DW: „Matria" es un documental sobre su abuelo Antolín Jiménez, que murió cuando Usted tenía apenas nueve meses. ¿Por qué lo eligió como protagonista?

Fernando Llanos: Empezó como un tributo al abuelo, y después conocí la historia de la familia que le da una cara humana al personaje. Ya no nada más es un tributo, porque también tienen un costo todas sus acciones. Es un personaje polémico.

En la película cuenta la historia de su abuelo que se reinventó varias veces: Luchó durante la revolución mexicana, era empresario, político y masón. Sin embargo, el el póster de la película aparece como charro defendiendo su país contra la invasión nazi, algo que nunca sucedió.

Había encontrado su archivo y cuando vi lo de los nazis me pareció genial, porque los nazis son algo que llama mucho la atención. El charro es la figura emblemática del "bueno de la película" en este país. Y los nazis son la figura emblemática de los malos en un contexto mundial, por eso decidimos meter a un charro contra nazis en el póster. Hay llamas y un tanque que va avanzando, algo que no sucedió. Creo que refleja también la manera de como mi familia idealizaba a mi abuelo, por eso es una pintura heróica y él sólo con la pistola,con el escudo nacional en la espalda. Son estos dos polos que estamos contrastando en la película, que es la tradición y la modernidad.

Una tradición representada por la cultura de la charrería. ¿De dónde viene esta cultura?

Es un invento que busca darle una identidad al país después de la revolución. Al acabarse con el reparto de los grandes latifundios, los charros llegan a la ciudad. La charrería se convierte en una fiesta deportiva, y el traje de charro en símbolo de la identidad mexicana. Y la gente a caballo en la revolución, ahora con dinero, ingresa al mundo de los charros.

¿Cómo llegó su abuelo a ser presidente de la Asociación Nacional de Charros, una organización importante en México?

Por sus conexiones políticas y contactos, porque era masón del grado 33, y porque tenía mucho dinero. ¿Cómo es que Enrique Peña Nieto llegó a ser Presidente de México? Es la misma pregunta. Hay muchísimos factores, y probablemente no porque era la mejor opción. Mi abuelo no sé si fue la mejor opción, pero se supo vender, se supo mover, y se supo posicionar.

En 1942, dos meses después de que México declarara la guerra a Hitler y sus aliados, Antolín Jiménez empezó a organizar un ejército de charros en México para luchar contra una posible invasión nazi. ¿Cómo se le ocurrió?

Quería mucho al país, había peleado con Pancho Villa y sabía que una de la tácticas que podía usar era correr y pegar. Y políticamente le convenía, lo posicionó y entonces dijo: 'Sacamos unos guerrilleros'.

Según la prensa, la llamada „Legión de Guerrilleros Mexicanos" reunió a 150.000 charros en 250 puntos del país. ¿Era una propuesta real o sólo para conseguir capital político?

Una cosa no cancela a la otra. Era una cuestión política, pero también una cuestión real. Si hubieran llegado los alemanes, hubieran encontrado un par de charros entrenados para intentar de darles algún tipo de baja, ¡por supuesto que sí! Era gente armada, entrenada, ¿por qué no lo iban a hacer?

Este ataque militar no se dio, la iniciativa se muere y Antolín Jiménez vuelve a su vida civil. Al final del documental, Ud. dice que quería conocer la historia de Antolín, pero conoció la historia de su país. ¿Por qué?

Lo más bonito de la película es que me deje un abuelo, un personaje que me da mucho orgullo. Admiro todo lo que hizo y como se reinventó, pero por otro lado, me genera conflicto que sea parte de una historia que tiene que ver con corrupción, con malos manejos y con otras cosas que no me gustan tanto. Tengo un abuelo que tuvo una parte muy lúcida y una parte muy oscura. Ya entiendo mucho mejor a mí país, entiendo porque tenemos los políticos que tenemos y los excesos del poder. Para mi es una lección de vida.

¿Cómo reaccionó su familia ante la película?

Es una terapia de shock para mi familia para que puedan hablar del abuelo. A nosotros nunca nos hablaron de él, y ahora a raíz de la película todo el mundo conoce al abuelo, y ya no pueden ocultar su historia, es una manera de que se vayan desahogando de estos temas que les incomodaban.

El documental narra la vida de su abuelo, pero irónicamente se llama „Matria". ¿Por qué?

El país está pasando por una etapa terrible. En lugar de decirle 'patria', le decimos 'matria'. Es una invitación a repensar al país y verlo con otra óptica, quizá con un poco más de amor maternal como a la tierra que se cuida y se trabaja y no nada más se le exige como un padre. Dentro de todo este universo, la que sacó adelante a mi familia fue mi abuela, entonces es ella la que también me sirve de ancla a la historia. Aunque no esté tan presente en la película, en mi vida fue más presente que mi abuelo.

¿Cómo reaccionaría su abuelo ante el documental?

Con tener una película en el cine de su vida, creo que hubiera sido un viejito feliz.

 

Entrevista de Martin Reischke