¿Megxit? Enrique y Meghan se apartan de la casa real
9 de enero de 2020La noticia llegó en horario estelar este miércoles (09.01.2020) por la noche e inmediatamente desplazó a Donald Trump del primer lugar en las noticias. El presidente de EE. UU. le bajó al tono a su discurso sobre una posible guerra con Irán, y con esto se redujo el interés general de la gente sobre el tema. ¿Y quién querría pensar en la Tercera Guerra Mundial cuando pueden distraerse con los dramas de la familia real?
¿Ola de limpieza en el palacio?
Observadores entusiastas habían notado en el discurso de Año Nuevo de la Reina que la imagen de la descendencia no estaba ya en el aparador. Las fotos de Enrique, Meghan y el bebé Archie, aparentemente, habían sido víctimas de una acción de limpieza en la casa real. ¿Invitó la reina a la "gurú" de la orden japonesa Marie Kondo, quien, bajo el lema de "Tira lo que no te gusta", la incentivó a librarse de las personas que ya no necesita y debe dejar en el pasado? Poco probable. En tal caso, habría una intención maliciosa detrás de la expulsión de la joven realeza.
Razón suficiente para que Enrique y Meghan se ofendan una vez más. Todos conocemos la situación familiar en la cual todos elogian siempre a los "buenos niños" que hacen todo bien y se llevan la aprobación de los abuelos. Lo que lleva a los rezagados a dar un portazo diciendo: "¡No nos volverán a ver pronto!". Y tal vez, agregarían: "Pueden hacer lo que quieran con la casita en Windsor que acaban de renovar para nosotros. De todos modos, era demasiado burguesa para nuestro gusto".
Hay quienes dicen que el príncipe Carlos está detrás de esta ola de limpieza en la realeza. Carlos estaría buscando reducir la familia real y limitar el clan a una fuerza central controlable. Primero fue su hermano Andrés quien salió expulsado por el escándalo de su amigo Epstein y la desatinada entrevista que dió al respecto a la BBC en noviembre de 2019.
Por su parte, la princesa Anne, la única hija de la reina Isabel II, todavía es usada para misiones de crisis como las visitas de Donald Trump o los itinerantes autócratas del Commonwealth. Pero el resto del "equipaje" no trae más que conflictos y desastres. Aún así, definitivamente no estaba planeado que el príncipe Enrique, quien había sido el favorito del público entre los jóvenes de la realeza durante años, se viera afectado personalmente por el trabajo de remodelación de su padre.
Un fracaso anunciado
Las advertencias sobre la unión entre Meghan y Enrique nunca faltaron. Una estadounidense y, encima de todo, actriz: cuando Enrique anunció su boda con Meghan, definitivamente hubo muestras de preocupación. La unión recordó a muchos a Wallis Simpson, célebre por estar divorciada y vestir ropa que era demasiado elegante: el rey Eduardo VIII tuvo que renunciar en 1936 por su culpa, lo que fue un gran escándalo en su momento. Y ahora Meghan, con su indigno padre, sus medio hermanos codiciosos y su pasado como "estrella" de televisión…
A la luz de la boda de ensueño que siguió, la prensa británica se dividió en el gran campamento de los "FoM's", los amigos de Meghan, quienes fueron recibidos como un soplo de aire fresco en la polvorienta familia real, como una muestra de la ligereza estadounidense y la diversidad étnica entre los rígidos Windsor blancos. Una mujer de diferentes antecedentes, con su propia profesión: eso solo puede ser bueno, fue el veredicto en su momento. Y luego, por supuesto, hubo algunas alusiones desagradables en el estanque de tiburones de la prensa británica a la familia de Meghan y a su color de piel.
Entonces, el año pasado, cuando recibió el encargo de la reina de viajar a África, Enrique contraatacó. Ciertos periodistas se comportan de manera insolente y agresiva con su esposa, se quejó el príncipe. Y mientras fotos alegres de la joven familia circulaban con el bebé Archie, el príncipe arremetió contra la prensa. Las reacciones fueron bastante hostiles: ¿acaso ser miembro del palacio no incluye ciertas reglas de comportamiento?¿Por qué, si son tan privilegiados, se quejan tanto? ¿Y Meghan acaso no sabía a lo que se estaba metiendo con un matrimonio real? La reprimenda del príncipe a la prensa fue como un golpe en el agua; los jóvenes de la realeza se sintieron completamente incomprendidos.
Después del "brexit" llega el "megxit"
Como en otras familias, la familia real no parece hablar entre sí. Se especula que la decisión de Enrique y Meghan no había sido informada a la reina. La relación con su hermano Guillermo es tensa; recientemente se ha dicho que ambos mantienen su distancia. Además, la relación con su padre, el príncipe Carlos, no parece estar en mejor estado. ¿Habrá sido culpa de Camilla, la esposa de su padre? Y como si fuera poco, la abuela, con su eterna conversación sobre el deber y la decencia, es difícil de soportar. Así la situación, a ambos se les presentó la maravillosa oportunidad de responder por partida triple: asustar a toda la familia, a la prensa odiada y al público británico desagradecido.
Lo interesante de la historia es que Enrique y Meghan vuelven a ser interesantes. Ambos han anunciado que ganarán se propio dinero, pero ¿cómo? ¿Obtendrá Meghan nuevos roles de televisión, y quién contratará a un príncipe que solo aprendió a volar en helicóptero? ¿Le harán mala publicidad a la familia real al punto de llegar a perder sus títulos reales? ¿Seguirán predicando protección climática y volarán de un lado a otro con el avión privado? ¿Dónde vivirán y cuánto costará la nueva casa? Las oportunidades de la nueva vida pública de Enrique y Meghan son ilimitadas.
En resumen: después del "brexit", que mantuvo a los británicos en suspenso durante tres años, el "megxit" ofrecerá nuevo material para el debate en las familias británicas. La gente podrá enojarse absolutamente sin consecuencias y tomar partido por un lado u otro. La pareja real no pudo haberle hecho un mejor favor a su país en estos tiempos difíciles.
(few/cp)
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