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Merkel: "No tenemos derecho a olvidar Auschwitz"

26 de enero de 2015

Junto a supervivientes de Auschwitz, la canciller alemana recordó el setenta aniversario de la liberación del campo de concentración nazi durante un acto en Berlín, la víspera de la ceremonia oficial en Polonia.

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Angela Merkel: "Lo que ocurrió nos llena de vergüenza. Porque fueron alemanes los responsables de ese dolor".
Angela Merkel: "Lo que ocurrió nos llena de vergüenza. Porque fueron alemanes los responsables de ese dolor".Imagen: AFP/Getty Images/T. Schwarz

"No tenemos derecho a olvidar. Es algo que les debemos a los muchos millones de víctimas", señaló la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, en el evento organizado por el Comité Internacional de Auschwitz. "Lo que ocurrió nos llena de vergüenza. Porque fueron alemanes los responsables de ese dolor", añadió, "los que cometieron los crímenes que representaron una quiebra de la civilización". La canciller calificó también de "vergüenza" que sigan dándose casos de judíos agredidos en Alemania por su religión.

Merkel fue precedida en el podio por dos supervivientes del Holocausto, Marian Turski y Eva Pusztai-Fahidi, que pronunciaron discursos basados en sus recuerdos personales y en el destino de sus familias, gran parte de las cuales murió en las cámaras de gas. Pusztai-Fahidi conmovió al auditorio, que la aplaudió de pie después de que repasara su biografía desde el momento en que llegó a Auschwitz, en 1944, hasta el día de hoy cuando, ya en una edad avanzada, dice haber encontrado una razón válida para estar viva y no haber muerto como sus padres y su hermana pequeña: "Como todos los supervivientes, he llevado como una carga la pregunta '¿por qué yo, por qué no me he muerto como los otros?' Con los años creo haber encontrado una respuesta: estoy viva para dar testimonio de lo que pasó", dijo.

Testimonio

Eva Fahidi: "Estoy viva para dar testimonio de lo que pasó".
Eva Fahidi: "Estoy viva para dar testimonio de lo que pasó".Imagen: picture-alliance/dpa/B. Von Jutrczenka

Marian Turski centró su discurso en la necesidad del diálogo con las generaciones más jóvenes sobre el Holocausto, a partir de una experiencia que tuvo hace seis años en un acto en el antiguo campo de concentración de Dachau. Una joven becaria alemana, tras enterarse de que él había estado en Buchenwald y Auschwitz, le pidió que le hablara de la vida cotidiana en los campos de exterminio. "Le conté cosas del horror pero también cosas que reflejan la grandeza humana y, al final, le pregunté si alguna vez le había formulado preguntas a sus padres o a sus abuelos sobre el Holocausto. Me dijo que no había tenido el valor", relató. Años después, Turski recibió una carta en la que la joven le pedía disculpas por haberle preguntado algo que no se había atrevido a preguntar a gente de su familia y en la que le agradecía unas respuestas que le permitían llevar parte de la carga de otros.

"La Historia es como una carrera de relevos en la que una generación le entrega el testigo a la siguiente. Nosotros somos viejos y estamos entregando el testigo que ahora llevan otros, que tienen que hacer su recorrido. Ojalá nuestra experiencia les sirva para que algo así no vuelva a repetirse", dijo. "El comienzo de Auschwitz fue la humillación de otro. Hoy cada vez que un judío, un israelí, un musulmán o un cristiano es humillado es como si Auschwitz comenzara otra vez", agregó.

Mensaje claro

Por eso, Auschwitz envía un mensaje de advertencia para quienes hoy vuelven a salir a las calles con "lemas llenos de odio" hacia quienes buscan una nueva vida en Alemania, insistió Merkel. La canciller tomó así postura, una vez más, contra las recientes manifestaciones organizadas en Dresde y otras ciudades alemanas por el movimiento de "Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente" (Pegida), en las que no escasean las consignas racistas y xenófobas para criticar a los refugiados y las políticas de asilo del Estado alemán.

Auschwitz fue construido por los nazis en 1940 en el sur de Polonia y se convirtió en el mayor centro de exterminio de la Segunda Guerra Mundial hasta su liberación por las tropas soviéticas el 27 de enero de 1945. En sus instalaciones y en las del vecino campo de Birkenau murieron al menos 1,1 millones de personas, la mayoría judíos.

Este martes, día en que se cumplen los 70 años de la liberación del campo, el Parlamento alemán recordará el horror de Auschwitz y a sus víctimas en una sesión especial en la que pronunciará un discurso el presidente federal, Joachim Gauck. El mandatario viajará tras su discurso a Polonia, para participar en los actos centrales del aniversario junto a numerosos jefes de Estado y de gobierno.

RML (dpa, efe)