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“Merkel y Rousseff se aprecian mucho”

Astrid Prange (ERC/CHP)14 de agosto de 2015

La canciller de Alemania y la mitad de su Gabinete viajarán a Brasil para iniciar las consultas gubernamentales bilaterales. El Estado sudamericano es la tercera economía emergente en cooperar políticamente con Berlín.

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Angela Merkel (der.) al ser recibida en Brasil por la presidenta de ese país, Dilma Rousseff, en 2014.
Angela Merkel (der.) al ser recibida en Brasil por la presidenta de ese país, Dilma Rousseff, en 2014.Imagen: Reuters

Alemania y Brasil celebrarán sus primeras consultas gubernamentales la próxima semana. Debido al componente eminentemente político de estos encuentros bilaterales, el Gobierno germano sólo los sostiene con determinados socios europeos y extracomunitarios. El Estado sudamericano es la tercera “economía emergente” con la que Berlín realiza este tipo de reuniones; las otras son India y China.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibirá a la canciller alemana, Angela Merkel, y a la mitad de su Gabinete: el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier; el del Interior, Thomas de Maizière; el de Desarrollo, Gerd Müller; el de Agricultura, Christian Schmidt; el de Salud, Herman Gröhe; el de Tránsito, Alexander Dobrindt; la ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks; y la de Cultura, Monika Grütters.

Merkel y Rousseff fueron espiadas desde la Agencia de Seguridad Nacional (foto) en Maryland, EE. UU.
Merkel y Rousseff fueron espiadas desde la Agencia de Seguridad Nacional (foto) en Maryland, EE. UU.Imagen: picture-alliance/dpa

Tópicos delicados

Las discusiones por venir no se restringirán a las áreas de cooperación tradicionales –educación e investigación científica–; el 19 y el 20 de agosto también se abordarán tópicos estratégicos y diplomáticamente delicados como la definición de una postura común de cara a la cumbre sobre cambios climáticos, que tendrá lugar en París en diciembre, y frente a las prácticas de vigilancia global de Estados Unidos.

“Merkel y Rousseff se respetan y se aprecian mucho, a pesar de sus diferencias políticas”, comenta Felix Dane, director del capítulo brasileño de la Fundación Konrad Adenauer, cercana al partido de Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), recordando que ambas fueron y probablemente siguen siendo espiadas por la Agencia de Seguridad Nacional. La protección de los datos estatales es una prioridad para las dos mandatarias.

Dos contra el espionaje estadounidense

En este sentido, la meta de los Gobiernos de Brasil y Alemania es protegerse mejor del espionaje estadounidense mediante el intercambio regular de información entre los expertos de sus respectivos Ministerios de Exteriores. En el ámbito ecológico, los objetivos de la consulta germano-brasileña son: redactar una declaración conjunta sobre política climática y continuar los proyectos binacionales iniciados en 1990.

Alemania sigue siendo uno de los inversionistas más importantes para el programa piloto de protección de las selvas tropicales, presentado hace un cuarto de siglo en la cumbre del Grupo de los Siete realizada en Houston. Berlín y Brasilia también planean firmar acuerdos que le den impulso a proyectos educativos y de investigación distintos de los que ya están en marcha, y fomentar la enseñanza del alemán en las universidades brasileñas.

La economía, tras bastidores

Y es que ambos Estados parecen tener gran interés en que las instituciones académicas germanas amplíen su oferta de estudios para los jóvenes brasileños. De la economía se discutirá –y mucho– tras bastidores. Las empresas alemanas ejercen presión desde hace años para que el mercado brasileño se abra. El empresariado germano espera que Brasil simplifique su sistema tributario y deprecie su moneda, el real.

“Es muy importante que los alemanes hagan sentir su presencia en Brasil”, dice Reinhold Festge, presidente de la Federación de Constructores de Máquinas e Instalaciones (VDMA, por sus siglas en alemán). A sus ojos, Alemania tiene interés a largo plazo en Brasil y debe ver más allá de los actuales problemas de su economía o su política interior. Además, advierte Festge, “la industria alemana debe esforzarse porque China seguirá esmerándose en colocar sus productos en el mercado brasileño”.