Messi, soberano indiscutible
21 de diciembre de 2009Lionel Andrés Messi nació el 24 de junio de 1987. Quizá sobre la Clínica Italiana de Rosario, provincia de Santa Fe, aún flotaba el embrujo que produjo sobre todo el mundo, pero en especial sobre la República Argentina, el “gol del siglo”, anotado un año y dos días antes por Diego Armando Maradona, en el partido contra Inglaterra en el Mundial 1986 de México.
Como quiera que sea, ese 24 de junio comenzó la historia que llevó a Messi a convertirse en lo que todo el mundo sabía que era, y que hoy se ha confirmado por mero trámite: el delantero que hoy juega para el FC Barcelona es el mejor futbolista del mundo.
Una historia increíble
Son bien conocidas las anécdotas, dignas de la historia de un genio, que salpican la aún joven biografía de Messi: que a los tres años recibió su primer balón de fútbol, que la abuela lo ponía a jugar con chicos de mayor edad, que el chiquillo Messi obtuvo a los seis años un autógrafo de Maradona, que a los ocho años salió del Club Grandoli, donde nunca más lo volvieron a ver…
También es ya legendaria una dolorosa certeza para la nación que lo vio nacer: el fútbol de Argentina dejó escapar al genio. Messi jugaba en el Newell's Old Boys. Apenas tenía doce años, pero su talento ya había trascendido las murallas de ese conjunto.
El Club Atlético River Plate mostró interés, pero el chico presentaba una deficiencia hormonal que le impedía crecer. No hubo acuerdo por los costos del tratamiento médico, y los riverplatenses del Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti vieron cómo Messi dejaba el Newell's para probar suerte en Barcelona.
Contrato en una servilleta
Igual de increíble es el ascenso de Messi en el FC Barcelona. Allí también destacó el talento del genial adolescente; tanto, que el primer acuerdo con el equipo culé fue firmado, como se sabe, en el Club de Tenis Pompeya, en una servilleta. Corría el mes de octubre de 2000.
Messi hizo cinco goles en su debut en el equipo juvenil del Barcelona. En cuanto a la Primera División, inauguró su carrera el 16 de octubre de 2004 en un encuentro contra el Espanyol Barcelona.
A partir de entonces, la trayectoria futbolística de Lionel Messi ha registrado un meteórico ascenso. No obstante, el delantero también ha sabido cultivar la paciencia. A lo largo de los últimos años esperó ganar el Balón de Oro al mejor jugador de Europa, y vio cómo se llevaban el trofeo Kaká y Cristiano Ronaldo. Pero 2009 marcó la revancha.
La albiceleste, una tarea pendiente
La distinción que recibió Lionel Messi por ser el mejor jugador del mundo no es una concesión ni un reparto, sino justo reconocimiento. Llega precisamente en un año en el que, junto con el Barcelona, ganó todo lo imaginable: la Copa del Rey, La Liga, la Supercopa de España, la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes y, por supuesto, la corona de la Champions League sellada en Roma este verano.
A Lionel Messi le queda, sin embargo una asignatura pendiente: equiparar con la selección de su país lo hecho con la casaca azulgrana. El delantero fue fuertemente criticado en Argentina por no exhibir el mejor de sus niveles.
Pero Messi tiene muy clara su meta, así como la situación actual de la selección argentina tras la pesadilla de la fase clasificatoria: “Para el once nacional comenzó una nueva etapa”, dijo el delantero al sitio oficial de la FIFA.
“Luego de la clasificación podemos estar más tranquilos. Poco a poco, será más evidente el cambio en nuestra manera de jugar. Tenemos tiempo suficiente hasta el comienzo de la Copa del Mundo para seguir evolucionando.”
Autor: Enrique López Magallón
Editora: Cristina Papaleo