Milosevic se despide
18 de marzo de 2006
Pozarevac, la ciudad que lo vio nacer, será la que le verá irse para siempre: en los jardines de su casa familiar recibe sepultura hoy el que fuera dictador serbio y yugoslavo, Slobodan Milosevic.
En la entrada a la plaza central de Pozarevac, cuya vía está cerrada al tráfico para acoger la ceremonia, pese a la lluvia y el frío, un joven vende camisas rojas y negras con la imagen del ex presidente en las que lee "Sloba, el héroe de Serbia". Ha vendido seis en dos horas y el precio, 300 dinares (unos 4 euros), lo han fijado los funcionarios locales del Partido Socialista de Serbia (SPS). Como en los viejos tiempos.
En las calles hay pocos ciudadanos y, a excepción de en la plaza, nada que indica que hoy se entierra a un ex presidente. "Voy al trabajo. No tengo ni ganas ni deseos de ir al entierro. Con su muerte (Milosevic) nos libró de los problemas, pero dejó a éstos aquí (sus seguidores) que aún no entienden la realidad", dice Ivana, mientras cruza enérgica la plaza.
Por el contrario, Bogdanka, una jubilada de 67 años, considera que "es una gran tragedia. Fueron injustos con él y el tribunal de La Haya lo mató". "Claro que voy a asistir al entierro y estoy contenta de que sea sepultado en nuestra ciudad", opina la señora. Sobre la plaza destacan las banderas de Serbia, de la unión estatal serbio-montenegrina y de Pozarevac.
Último adiós en Belgrado
"¡Slobo, serbio!", coreaban los congregados cuando el ataúd con los restos del ex presidente estaba siendo colocado sobre un podio, esta mañana, frente al Parlamento de Serbia y Montenegro. El cuerpo de Milosevic fue transportado desde La Haya a Belgrado el miércoles pasado y desde el jueves expuesto en un museo de la capital.
Ataviados con banderas serbias, fotos del fallecido y de otros supuestos criminales buscados por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), como Radovan Karadzic y Ratko Mladic, con las manos llenas de flores y pancartas con terroríficos lemas como "Los héroes no mueren, se convierten en leyenda" y "El tribunal de La Haya, asesino de serbios", unos 80.000 simpatizantes llegados de todo el país despedían a Milosevic frente al Parlamento, en Belgrado, antes ser trasladado a Pozarevac.
"Te han asesinado"
El féretro estaba cubierto con una bandera serbia y una corona de rosas rojas y frente a él lucía una gran foto del fallecido y una inscripción con su nombre y las fechas de nacimiento y muerte. Junto al ataúd rotaba una "guardia solemne" de altos cargos del SPS, antiguos colaboradores, varios militares jubilados y algunos invitados, como uno de los vicepresidentes de la Duma rusa, Serguei Baburin, y el ex fiscal general estadounidense Remsey Clark, miembro de un comité internacional de defensa del ex presidente yugoslavo.
"Hoy es el fin de una gran época, Slobodan Milosevic fue el último presidente de Yugoslavia. Yugoslavia fue asesinada al igual que el presidente Milosevic", afirmó Baburin, quien abogó por que sean castigados los culpables del asesinato de Milosevic y liberados todos los serbios encarcelados en el TPIY.
El líder del SRS, Vojislav Seselj, no pudo asistir al acto, pero envió desde la cárcel del TPIY, en la que espera el inicio del juicio que lo inculpa por crímenes de guerra, un mensaje para Milosevic: "Te han asesinado aquellos que no pudieron soportar tu brillante defensa ante el tribunal de la inquisición", afirmó Seselj, quien dentro de su ya conocida retórica, acusó a las actuales autoridades pro occidentales de ser "sirvientes de los ocupadores".
Ninguno de los miembros de la familia del ex presidente acudirá al funeral, según el vicepresidente de SPS, Milorad Vucelic, debido a las "amenazas y chantajes" de las autoridades contra la viuda del ex dictador.
Camino a Pozarevac
Al final de la ceremonia de Belgrado, mientras se entonaba una marcha fúnebre, el féretro del ex presidente fue colocado en el coche que había de trasladarlo a Pozarevac. Allí, frente a las puertas cerradas de la residencia de los Milosevic, algunos ciudadanos habían colocado en los últimos días fotos del ex presidente, flores y velas encendidas en su memoria. Esta mañana, las fotos fueron retiradas y la amplia puerta ha sido cubierta con rosas rojas, coronadas por una bandera de Serbia a medio izar. Sólo unas decenas de personas podrán presenciar el entierro.