Las misteriosas cajas de Playa Bela
15 de octubre de 2019Durante un paseo por playa Bela, en julio pasado, Carlos Teixeira se topó con una caja extraña. El especialista en oceanografía de la Universidad Federal de Ceará (UFC) había oído hablar de los peculiares restos flotantes.
"Estas cajas comenzaron a aparecer desde octubre de 2018 en el noreste de Brasil, entre el norte de Bahía y del Estado de Maranhão, pero no conocíamos su origen", contó el experto, que también señaló que, en su momento, se especuló sobre un navío naufragado sin profundizar en el asunto. Teixeira estima que desde octubre del año pasado han encontrado entre 200 y 300 de estos objetos en la costa de Ceará.
El interés por las "cajas” se intensificó a principios de septiembre, cuando aparecieron las primeras manchas de petróleo en las playas del noreste. "Y ese petróleo llegó exactamente a los mismos estados. Les dije (a mis colegas) que era coincidencia”.
Como resultado, los investigadores observaron más de cerca los objetos varados. Se trata de "fardos de caucho crudo”, es decir, bolas de caucho crudo empaquetado. En uno de ellos se lee "Indochina francesa”. Como la colonia francesa dejó de existir en 1954, se concluye que la carga tiene necesariamente más de 65 años.
El naufragio más profundo del mundo
Poco después, Teixeira encontró en Internet referencias al barco alemán Río Grande, el que después de romper un bloqueo marítimo, fue golpeado por embarcaciones aliadas en enero de 1944, mientras realizaba un viaje a Japón, a unas 540 millas náuticas de Recife. No está claro si fue hundido por la tripulación o por los Aliados en la Segunda Guerra Mundial; pero ciertamente, el barco llevaba "fardos de caucho crudo”.
Gracias al famoso investigador de naufragios, David Mearns, ahora se conoce la posición exacta de los restos: están ubicados en las coordenadas geográficas 06º 40'S 25º 39'W, a 5.762 metros de profundidad, el mayor naufragio encontrado en Brasil, donde aún quedan restos.
Teixeira contactó a Mearns, quien le envió imágenes submarinas desde la bodega de carga del naufragado Río Grande. En ellas hay objetos con forma de cofre, similares a las cajas varadas en el noreste de Brasil.
El oceanógrafo de UFC investigó luego si la carga podría haber llegado a Brasil. "Luego hice un modelo con simulaciones numéricas de dispersión de partículas que salían del naufragio. Y, casualmente, llegaron a los puntos de la costa noreste. Lo que nos hizo creer que este era el origen de las cajas", dice. A partir de estos resultados, Teixeira dedujo que existe una alta probabilidad de conexión entre las misteriosas cajas y las manchas de petróleo que también fueron transportadas por las corrientes marinas a los mismos lugares en la costa noreste.
"Inicialmente, nos preguntábamos de dónde provenía el petróleo. Y este accidente fue una de las hipótesis”, algo que ha sido informado por varios medios de comunicación en los últimos días. Sin embargo, la tesis fue descartada: "Comenzamos a hablar con otros colegas de Petrobras, y ellos señalaron que el petróleo encontrado es nuevo. Si fuera del naufragio, tendría más de 70 años. Además se trata de petróleo crudo, no de combustible”.
Lejos de la costa
Por eso, Carlos Teixeira ya no defiende la teoría de que las manchas provienen del naufragio, aunque continúa apoyando la relevancia de su simulación, ya que la distribución del líquido a lo largo de la costa noreste confirma que la fuente estaría en la región del naufragio del barco Río Grande.
"Creo que este petróleo provino de algún lugar en la latitud del estado de Pernambuco, y en algún lugar entre 500 y 1.000 kilómetros de la costa", es decir, del lugar aproximado donde ocurrió el naufragio de 1944. "Creo esto porque hubo una gran expansión. Si tuviéramos un punto cerca de la costa, el petróleo no llegaría a tantos Estados al mismo tiempo". Los puntos del litoral hasta donde el líquido flotó en unas pocas semanas forman una línea de unos 2.000 kilómetros. "Se trata de un petróleo lanzado lejos de la costa".
Por lo tanto, Teixeira también descarta la teoría de que el petróleo podría originarse por la fuga que ocurrió en agosto en la refinería Abreu e Lima en Pernambuco. "Definitivamente no. Las corrientes no llevarían el petróleo de allí al norte. La fuga tiene que estar lejos de la costa”.
No se sabe qué pasará con los extraños bultos que terminaron en las arenas del noreste. ¿Quizás podrían ser llevados a un museo? "Algunas cajas se tiraron a la basura, otras permanecen en la playa. Pero nadie habla de poner esto en un museo”. Después de todo, pesan entre 80 y 100 kilos . "No se pueden transportar facilmente de un lado a otro”.
(mn/jov)
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