Legado kafkiano
21 de julio de 2010Textos originales pertenecientes al autor judío de habla alemana Franz Kafka fueron extraídos este lunes (19.7.2010) de las arcas del banco suizo UBS. Cuatro cajas de seguridad que contenían manuscritos y dibujos desde hace más de cincuenta años fueron abiertas en Zurich y se presume que entre los documentos se halla un célebre cuento corto de Kafka… de su puño y letra. Sin embargo, el contenido exacto de este valioso hallazgo sigue siendo un secreto bien guardado.
Las partes involucradas en la batalla legal que rodea a estos documentos se niegan a hacer comentarios al respecto. La querella, por cierto, es de vieja data y enfrenta al poeta fallecido, a su amigo, a su secretaria, a las hijas de su secretaria y al Estado de Israel. ¿De qué otra manera describir este enredo, que de comedia tiene muy poco, sino como kafkiano? La historia del legado de Kafka parece salida de una de sus novelas.
Una historia kafkiana
El primer capítulo de este episodio comienza con la carta que el propio Kafka le escribió a su amigo Max Brod. “Querido Max, mi último deseo: todo lo que deje detrás, los diarios, los manuscritos, las cartas, las mías y las de otros, bocetos y todo lo demás debe ser quemado completamente sin haber sido leído; lo mismo aplica para todos los dibujos y escritos que tú u otras personas posean; a ellas debes pedírselos. Tuyo, Franz Kafka”.
Brod lo desobedeció y, en lugar de quemarlo todo, conservó los documentos y los transportó a escondidas desde Praga hasta Tel Aviv durante la noche en que los nazis invadieron Checoslovaquia en 1939. Más tarde, Brod le regaló los documentos a su antigua secretaria, Esther Hoffe, quien, poco antes de morir, se los legaría a sus hijas, Eva Hoffe y Ruth Wiesler.
Documentos valiosos
Durante los últimos dos años, el caso se ha estado disputando en una corte de Tel Aviv. Y no es el valor literario de los documentos, sino su valor monetario el que tiene a dos hermanas septuagenarias forcejeando con el Estado de Israel por los derechos de propiedad sobre los manuscritos de Kafka; ellas heredaron los documentos de su madre, quien había sido la secretaria de Kafka, pero la Biblioteca Nacional de Israel considera los manuscritos como parte del patrimonio cultural de la nación.
Fue la corte de Tel Aviv la que solicitó recientemente la apertura de las cuatro cajas en la filial del banco UBS en Zurich; la semana pasada se abrieron seis cajas en dos bancos israelíes. Aunque ninguna de las partes involucradas en el caso tiene permitido hablar públicamente sobre el contenido de las cajas, las especulaciones han empezado a circular en Internet.
Un tesoro por conocer
“Se sabe, por ejemplo, que algunas páginas pertenecientes a Carta a mi padre, un texto cargado de dolor e ira que él escribió en 1919 y es considerado como la clave para entender el pensamiento del autor, se encuentran entre los contenidos de las cajas de seguridad”, escribió este lunes (19.7.2010) el diario londinense The Guardian. Además, muchos empiezan a preguntarse si las ilustraciones de Kafka revelarán un ingenio hasta ahora desconocido.
Autora: Monika Griebeler / Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse