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Mala nota para Italia

5 de octubre de 2011

La agencia de clasificación de riesgo Moody’s acaba de bajar la calificación de Italia. Y, aunque la Bolsa de Milán y Berlusconi han reaccionado serenamente, los pronósticos para el país europeo no son nada alentadores.

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Silvio Berlusconi, presidente del Consejo de Ministros de Italia.Imagen: AP
Ni uno ni dos, la agencia de rating Moody’s ha bajado la calificación de Italia colocándolo tres niveles más abajo del que había ocupado hasta ahora en su escala de riesgo crediticio, que consta de veintidós grados y va desde AAA, la mejor nota, hasta C, calificación atribuida a las economías que colapsan totalmente.
 
El país descendió del nivel Aa2, el tercero más alto, al A2, el sexto en la jerarquía de Moody’s. En la escala de Fitch Ratings, que pertenece al trío de agencias de clasificación crediticia más influyentes, Italia sigue figurando en el cuatro lugar (nivel AA-), pero Standard & Poor’s ya lo había colocado en el sexto lugar de la suya en septiembre.
 
La noticia no sorprende en Italia
 
Logo Schriftzug Moody´s
Italia parecía esperar la calificación de Moody’s.Imagen: picture alliance/dpa
Moody’s basa la negativa valoración que hace del bastión bajo el mando de Silvio Belusconi en el grado de desconfianza que el país despierta entre los inversores y acota que, con pronósticos de desarrollo tan poco alentadores como los de Italia, es posible que el país reciba una calificación aún menos honrosa en el futuro cercano.
 
La vaguedad y aparente arbitrariedad de esos argumentos ha llevado a comparar la actuación de las agencias de rating con las de un fornido buscapleitos que apalea a su víctima y se burla de su aspecto magullado, para luego amenazarla con seguir maltratándola.
 
Sin embargo, pocas horas después de que se dio a conocer la noticia, el propio Berlusconi dijo que ya se contaba con esa moción, que la calificación recién obtenida por Italia no era una sorpresa.
 
“El Gobierno trabaja con afán para sanear las finanzas del Estado”, reza un segmento de la declaración escrita hecha en Roma. Según Berlusconi, las políticas financieras acordadas por Italia y la Comisión Europea para reducir el gasto público en 54 mil millones de euros ya se han implementado y se espera que el país vuelva a tener un presupuesto equilibrado en 2013. No obstante, la coalición de Gobierno todavía discute cómo aplicar ciertas medidas.
 
Las Bolsas de valores reaccionan con serenidad
 
Referendum über Atompolitik in Italien
También la Bolsa de valores de Milán se ha tomado la noticia sin sobresaltos.Imagen: picture-alliance/dpa
Moody’s explica en su reporte sobre Italia que el acceso del país sureuropeo a los mercados de capital puede verse obstaculizado y que esto traería como consecuencia el aumento de los intereses de su deuda pública, que de por sí han ascendido a niveles históricos.
 
Pese a todo, la Bolsa de valores de Milán ha reaccionado con serenidad: los costos de la deuda soberana italiana a diez años no se movieron del 5,5 por ciento, el nivel que han tenido desde hace varias semanas. Al parecer, también los corredores de bolsa daban por sentado que la calificación de riesgo crediticio de Italia empeoraría.
 
El peligro de que Italia no pueda pagarle a sus acreedores no es inminente, a juicio de los analistas de Moody’s. Pero si surgen dudas a largo plazo sobre la disponibilidad de fuentes de financiamiento externo, la calificación de Italia puede descender aún más en su escala.
 
Al contrario de Grecia, el problema principal de Italia no es su actual déficit fiscal –que este año es de 3,8 por ciento y en 2013 debe bajar a cero–, sino el volumen total de sus deudas: 1,9 billones de euros. Esa suma equivale al 120 por ciento de su rendimiento económico anual. Grecia e Italia son los países de la Eurozona con las mayores deudas.
 
El Gobierno de Berlusconi está bajo presión
 
Italien Proteste gegen Berlusconi
“Il Cavaliere” está agobiando además por protestas y procesos judiciales.Imagen: Picture-Alliance/dpa
En 2012, Italia deberá refinanciar su deuda por el orden de los 400 mil millones de euros. Y si tuviera que hacerlo con intereses más altos que los actuales, el ministro italiano de Finanzas, Giulio Tremonti, tendrá serias dificultades para conseguir dinero fresco. Hasta ahora, el Banco Central Europeo ha hecho compras masivas de deuda soberana italiana y mantenido el curso de éstas para que los intereses no asciendan ilimitadamente.
 
Pero el BCE no quiere ni tiene permitido mantener esos cursos por mucho tiempo. Esa tarea debe ser asumida lo antes posible por el ampliado Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), lo cual convertiría a Italia en el próximo beneficiario del paquete de rescate europeo.
 
De ahí que, desde agosto, el jefe saliente del BCE, el francés Jean-Claude Trichet, y su sucesor, el italiano Mario Draghi, vengan presionando a Berlusconi para que sanee las finanzas del Estado.
 
Para “il Cavaliere”, como apodan al presidente del Consejo de Ministros de Italia, mantener unida a la coalición que apuntala a su Gobierno ya es una tarea bastante complicada. La mala nota que le acaba de atribuir Moody’s lo que hace es dificultar aún más su papel de timonel, acosado como está por protestas contra sus medidas de austeridad y su estilo de mando, así como por varios procesos judiciales.
 
Autores: Bernd Riegert / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López