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Fridays for future: activistas de nuevo en las calles

Ruby Russell | Ajit Niranjan
25 de septiembre de 2020

Los jóvenes manifestantes de todo el mundo exigen una acción urgente contra el cambio climático en el primer acto global del movimiento desde que la pandemia de coronavirus golpeó al planeta.

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Klima-Proteste | Schweden Greta Thunberg
Imagen: Jonathan Nackstrand/AFP

Paralizados por las restricciones de la pandemia de coronavirus, los jóvenes manifestantes del movimiento Fridays for future han pasado meses organizando protestas digitales contra los líderes mundiales que no actúan con urgencia contra el cambio climático.

Este viernes (25.9.2020) volvieron a salir a la calle. Fue el primer evento global del movimiento desde que estalló la pandemia de coronavirus, aunque sí hubo reuniones entre destacados activistas y líderes mundiales. El mes pasado, Greta Thunberg y otros tres activistas climáticos presentaron a la canciller alemana, Angela Merkel, una carta firmada por casi 125.000 personas, exigiendo el cese inmediato de inversiones y subsidios para combustibles fósiles. En Alemania, presionaron al gobierno para que adelantara su fecha límite para eliminar el carbón, de 2038 a 2030, y para que el país se vuelva carbono neutral hasta 2035 en lugar de 2050.

Line Niedeggen, estudiante de física de la Universidad de Heidelberg y portavoz de Fridays for Future, cree que Alemania tiene la responsabilidad de liderar esta acción climática. Históricamente ha sido uno de los mayores emisores de carbono del mundo, dice, y también es lo suficientemente rico como para adoptar sistemas de energía más limpios.

"Tenemos que utilizar este papel como líder de uno de los mayores emisores del mundo para iniciar un cambio de dirección porque, científicamente, 2020 es el último año en que podemos hacer cambios para llegar a 1,5 grados", dijo Niedeggen a DW.

Line Niedeggen, portavoz de Fridays for Future,
Line Niedeggen cree que ya es hora de que Alemania empiece a dar un buen ejemplo en materia medioambiental.Imagen: Florian Freundt

Protestas con pandemia

En noviembre de 2020, el responsable del Programa de Medio Ambiente de la ONU y personalidades científicas también se manifestaron para advertir que 2020 es la última oportunidad para reducir las emisiones. Entonces, pocos podrían haber sospechado que esta fecha límite coincidiría con una emergencia de salud pública sin precedentes.

La pandemia ha asestado un golpe al activismo climático. Niedeggen opinó que, como movimiento que exige que el mundo actúe según los consejos científicos, los estudiantes, que se manifestaron se tomaron muy en serio las restricciones por coronavirus, pusieron fin a las protestas públicas de inmediato y llevaron su activismo a Internet.

El 24 de abril pasado, Fridays for Future organizó una "huelga digital", en la que Niedeggen  acumuló cerca de un cuarto de millón de visitas. "No estábamos físicamente juntos, pero estábamos luchando todos juntos", aseguró.

Coronavirus desbanca al cambio climático

El coronavirus inevitablemente desbancó al tema del cambio climático en la agenda política y, según una encuesta realizada por el banco Postbank, solo el 6% de los jóvenes alemanes de 16 a 18 años se sumó a huelgas en línea. En otras partes del mundo, el activismo en línea tuvo aún menos participación.

Fatou Jeng, una activista climática de Gambia, dice que en África las huelgas escolares son de todos modos menos efectivas que en Europa, aunque han inspirado otras acciones. Su propio activismo se ha centrado en el trabajo de conservación, la plantación de árboles para proteger las costas vulnerables y la educación de las comunidades en cuanto al cambio climático.

Fatou Jeng, activista climática de Gambia.
Fatou Jeng cree que las manifestaciones en las escuelas de su país, Gambia, han inspirado otras acciones, pero no son tan efectivas como en Europa.Imagen: State of Mic

Oportunidad para una nueva normalidad

La huelga mundial por el clima de septiembre de 2019 atrajo a manifestantes jóvenes y mayores de todo el mundo, y los organizadores estimaron una participación mundial de 7,6 millones, incluidas unas 270.000 personas en Berlín. Los activistas ajustaron el evento de este año para tener en cuenta el distanciamiento social y los diferentes niveles de restricciones del coronavirus en las ciudades participantes.

"La pandemia muestra que podemos cambiar nuestra vida diaria, y somos muy capaces de adaptarnos a una situación de crisis", dice Jeng. La pregunta clave es cómo se recuperan las economías: "Tenemos la posibilidad de construir una nueva normalidad, de construir un orden mundial renovable, y un clima ambientalmente justo, simplemente normal para todos", agrega.

En julio, Jeng fue una de las 20 activistas de Fridays for future que firmaron una carta abierta a los ministros de finanzas del G20 advirtiendo que sus decisiones y rescates corporativos "bloquearían vías de desarrollo sostenible durante décadas".

"El sistema no está roto, fue construido para ser injusto. No necesitamos recuperación, necesitamos un reinicio", dice la carta, enfatizando que "las personas negros, los pueblos indígenas y diversos grupos étnicos" han sido golpeados de manera desproporcionada por las crisis económica, climática y de coronavirus.

Cambio real de política "aún no ha llegado"

Katrin Uba, profesora asociada de ciencias políticas en la Universidad de Uppsala en Suecia, está investigando el movimiento Fridays for future. Ella opina que, a pesar de la sensibilización y el acceso a los legisladores, el cambio real de políticas "aún no ha llegado".

Enfantiza que quizás uno de los mayores logros de Fridays for future sea el nacimiento de una generación políticamente activa que mantendrá la lucha mucho después de que el coronavirus caiga en el olvido.

(rmr/ers)