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Igualdad de derechosGlobal

Mujeres en el sector tecnológico: "El sesgo es real"

Nádia Pontes
8 de marzo de 2023

El número de mujeres en el ámbito de las empresas tecnológicas emergentes aumenta, al igual que su frustración por el trato sexista.

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Mujer trabajando con un portátil.
Cada vez hay más mujeres que fundan su propia empresa, también en el sector tecnológico.Imagen: Andrey Popov/PantherMedia/picture alliance

"Realmente, creo que no hay mejor momento que el actual para las mujeres en la tecnología ", dice la fundadora y directora ejecutiva Margaret Zablocka a DW, reflexionando sobre el momento en que fundó su empresa, Onoco, una popular aplicación para padres, en 2020. Para Zablocka, la red de apoyo para mujeres es mejor que antes.

Y entonces, ¿cómo se explican los resultados de un informe reciente de Web Summit, el encuentro tecnológico más grande del mundo? En una encuesta realizada en este evento en 2022 a mujeres de la comunidad tecnológica, el 70 por ciento dijo que sentía que necesitaba trabajar más duro para demostrar su valía por su género. Con respecto a la encuesta de 2019, supuso un aumento del 36 por ciento.

El número de mujeres en las empresas emergentes tecnológicas crece y arroja luz sobre los problemas relacionados con el género. Alrededor del 20 por ciento de las nuevas empresas en todo el mundo tenía al menos una mujer fundadora en 2019, frente al 10 por ciento en 2009, según datos de Crunchbase, un banco de datos que brinda información sobre las nuevas empresas. Sin embargo, solo el 2 por ciento de la financiación de capital de riesgo en Europa se destinó exclusivamente a nuevas empresas de mujeres en 2021. Y en 2020 fue un 3 por ciento.

"Los inversores no esperan ver a una mujer"

"El sesgo es real", dice Rima Al-Shikh, fundadora de una "startup” de inteligencia artificial (IA) desde Canadá, donde tiene su sede. 

Al-Shikh ha estado obsesionada con las computadoras y la codificación desde que era una niña en Siria, donde creció en una familia de investigadores. Después de trabajar como consultora tecnológica en el mundo corporativo durante varios años, durante la pandemia fundó Begin AI, una plataforma de IA que permite a las empresas procesar los datos de los clientes en una experiencia de usuario personalizada, sin tener que construir una infraestructura de IA interna.

Begin AI obtuvo recientemente fondos por valor de 944 mil euros de Sandpiper Ventures, un fondo de inversión canadiense administrado por mujeres para invertir en empresas dirigidas por mujeres. Esto significa mucho para Al-Shikh.

"La gente tiene [estereotipos sexistas] muy arraigados en el cerebro", afirma. "En la recaudación de fondos, está claro que cuando entro en una sala, los inversores no esperan ver a una mujer tecnóloga", añade.

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Los hombres sienten la presión

Zablocka también ha experimentado prejuicios de género al recaudar fondos para su empresa con sede en Londres. Su aplicación para padres permite realizar un seguimiento y planificar el horario de su bebé de acuerdo con las fases de desarrollo.

"La gente conecta rápidamente varios aspectos y piensa: 'Está bien, es joven. Es una mujer. Ha fundado una empresa de telefonía móvil para padres. Probablemente significa que no tiene experiencia en tecnología'", zanja la emprendedora.

Según ella, las mujeres en tecnología son mucho más visibles hoy en día. Por extraño que parezca, esta podría ser una de las razones por las que más mujeres se sienten presionadas para demostrar que pertenecen al sector.

Un mercado más duro, mayor competencia

En general, es un momento frustrante para el sector tecnológico, independientemente del género. Después de más de una década de lo que parecía un crecimiento imparable, las tasas de interés más altas y las condiciones económicas más duras han afectado mucho a la financiación tecnológica.

Los inversionistas, por ejemplo, analizan más a fondo las empresas antes de comprar. Antes, cuando el dinero fluía, a menudo elegían empresas que tenían poco o ningún caso comercial y confiaban en su "instinto", señala Al-Shikh.

Con menos recursos, las mujeres en el sector tecnológico pueden sentirse objetivo de la frustración de otros profesionales de la tecnología. Zablocka asistió recientemente a una conferencia sobre inteligencia artificial en Londres, donde uno de los paneles de expertos estaba formado por mujeres. Desde su asiento en la audiencia, escuchó voces detrás de ella que decían que las ponentes probablemente habían sido seleccionadas por su género.

"Después de haber escuchado lo que estas mujeres tenían que decir, creo que probablemente se avergonzaron [de pensar así]", dijo. "Porque las ponentes estaban muy bien informadas", aseguró.

Centrarse menos en su género y dejar que la calidad de su trabajo hable por sí sola es una forma de ayudar a apoyar a las mujeres en la tecnología, concuerdan ambas directoras ejecutivas.

(rmr/ms)