Mundial de ciclismo, bajo la sombra del dopaje
26 de septiembre de 2007La competencia comenzó bajo la sombra de los escándalos surgidos las pasadas semanas y meses, en los cuales se ha destapado parte de la corrupción por el uso extendido de sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento atlético en el mundo del ciclismo. El punto álgido de la discusión se dio durante la máxima justa de este deporte, el Tour de France.
Un ombudsman para el ciclismo
El desprestigio de las contiendas ciclistas es tal, que para el Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta en Stuttgart fue necesario involucrar a un ombudsman ex profeso. Tal función recae en el Dr. Rainer Buchert, quien tiene a su cargo vigilar que todos los aspectos de la competencia se celebren conforme al reglamento. Esto implica, entre otras cosas, recibir y dar seguimiento a denuncias de carácter anónimo en cuanto a posibles casos de dopaje.
El perfil de Buchert constituye por sí mismo una señal hacia posibles infractores: se trata de un criminólogo, criminalista y penalista que durante dos décadas desempeñó diversas labores directivas en la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania.
Quien contravenga las normas del Campeonato Mundial de Stuttgart se encontrará, pues, con un funcionario acostumbrado a considerar todos los aspectos de una infracción como el dopaje, incluyendo posibles consecuencias penales.
Nueva campeona mundial
Bajo este augurio, la primera jornada del campeonato transcurrió con relativa normalidad. La alemana Hanka Kupfernagel se coronó campeona mundial de ciclismo contra reloj al recorrer 25,1 kilómetros en 34 minutos y 43 segundos.
Superó así a la ex campeona defensora, la estadounidense Kristin Armstrong, y a la austríaca Christiane Soeder. Kupfernagel había ganado la medalla de bronce en los campeonatos mundiales de 1998 y en los Juegos Olímpicos de Sydney se llevó la presea de plata.
Sorpresa en el Sub-23
El holandés Lars Boom se coronó campeón del mundo en la categoría Sub-23, al registrar un tiempo de 48 minutos, 57 segundos y 93 centésimas en el tramo de 38,1 kilómetros. Su velocidad promedio en la carrera fue de 46,9 kilómetros por hora.
En segundo lugar quedó el ruso Mikhail Igniatev, con 49 minutos, seis segundos y 99 centésimas; mientras que el tercer sitio fue ocupado por el francés Jerome Coppel, con 49 minutos, 43 segundos y 52 centésimas. Igniatev había arrancado como gran favorito al haber ocupado el primero y el segundo lugar respectivamente en los pasados campeonatos mundiales.
El torneo de Stuttgart, sin embargo, podría no tener un final tan tranquilo y claro. El domingo se celebrará la carrera en la categoría Elite, a lo largo de 267,4 kilómetros. Está programado para contender el controvertido campeón del Giro d’Italia, Danilo di Luca, de quien se sospecha consumo de sustancias prohibidas.
Posible batalla legal
Autoridades de la ciudad de Stuttgart afirmaron este miércoles que, en caso de que di Luca se presente a la línea de salida, entablarán una demanda contra la Federación Internacional de Ciclismo. El gobierno local teme que la presencia del polémico ciclista ocasione una desbandada de patrocinadores y, con ello, millonarias pérdidas económicas.
Otro ciclista italiano, Paolo Bettini, podrá correr el doningo solamente si se presenta con una declaración oficial de la misma federación en la que, aún sin firma, se acredite la honorabilidad de este compedtidor. El documento, que se aplica a partir del pasado Tour de France, compromete a los ciclistas a donar un año íntegro de su salario en caso de que sean sorprendidos infringiendo las normas antidopaje.
La Federación Internacional de Ciclismo, a través de su vocero Enrico Carpani, esbozó un posible curso de confrontación. “Todos los ciclistas firmaron la declaración durante el Tour, pues de otra manera les hubiese sido negado el acceso a la línea de salida. Pero esto es algo que los organizadores de Stuttgart no están facultados para hacer”, afirmó. Así que estos campeonatos mundiales podrían transformarse en una complicada y larga batalla legal. Y todo a causa del dopaje.