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Myanmar: HRW denuncia que siguen abusos contra los rohinyá

18 de diciembre de 2017

Pese a acuerdo alcanzado con Bangladesh, la ONG asegura que el Ejército birmano ha continuado incendiando aldeas de esa minoría musulmana.

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Bangladesch Rohingya Flüchtlinge
Imagen: Reuters/S. Vera

La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció este lunes (18.12.2017) que, pese a los acuerdos alcanzados para frenar la violencia contra la minoría musulmana rohinyá en Birmania (Myanmar), al menos otras cuarenta aldeas han sido incendiadas, en el marco de una campaña militar que ha forzado la huida de más de 655.000 personas a Bangladesh, desatando una enorme crisis humanitaria.

Según HRW, hasta hace pocas semanas los soldados seguían destruyendo las aldeas. A esta conclusión llegaron los expertos tras analizar una serie de fotografías satelitales obtenidas sobre la provincia birmana occidental de Rajine en los que fueron destruidas casas en octubre y noviembre, aunque también se extendió la operación entre el 25 de noviembre y el 2 de diciembre.

Esto, a pesar de que el 23 de noviembre la antigua Birmania y Bangladesh firmaron un acuerdo para el retorno de los rohinya que huyeron de los ataques del Ejército. Aún hay poca claridad sobre los detalles de este pacto. En total, las aldeas incendiadas total o parcialmente desde el inicio de la ofensiva militar el pasado 25 de agosto, como respuesta a supuestos ataques armados, llegó a 354.

"Limpieza étnica”

El director para Asia de HRW, Brad Adams, aseguró que la continua destrucción de aldeas demuestra que el compromiso firmado para garantizar un regreso seguro de los refugiados es una "artimaña de relaciones públicas". "Las imágenes de satélite muestran lo que el Ejército birmano niega: que las aldeas rohinya siguen siendo destruidas. Las garantías del gobierno birmano sobre un regreso seguro no se pueden tomar en serio", dijo Adams.

Naciones Unidas y otras organizaciones califican la expulsión de los rohinyá como una "limpieza étnica", un crimen contra la humanidad. De hecho, Birmania no reconoce la ciudadanía a los rohinya, a los que considera inmigrantes, y los somete a una discriminación creciente, incluidas restricciones a la libertad de movimientos. Según la ONG Médicos Sin Fronteras, en el primer mes del conflicto fueron asesinados al menos 6.700 rohingya en Myanmar, y eso según un cálculo conservador.

DZC (EFE, dpa)