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México: "Yo también", el portal de noticias inclusivo

27 de julio de 2023

"La normalidad es un dogma trasnochado", dice Barbara Anderson, fundadora del medio que lucha contra la discriminación de las personas con discapacidad.

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Bárbara Anderson, fundadora de "Yo también", junto a su hijo Lucca, con parálisis cerebral.
Bárbara Anderson, fundadora de "Yo también", junto a su hijo Lucca, con parálisis cerebral (foto del archivo familiar, años atrás).Imagen: Mario Tizón

"Si a mí me dieran un peso por cada vez que me dicen que mi hijo es un ángel, y yo, una madre bendita, ya sería millonaria”, dice a DW Katia D´Artigues, mamá de Alan, de casi 17 años y con síndrome de Down.

"En América Latina tendemos mucho a hablar de cariñito, usando diminutivos que, al referirse a personas con discapacidad, las minimizan o las hacen ver como eternos niños o, peor, incapaces”, agrega D´Artigues, desde Ciudad de México.

"La discriminación es prima hermana de la ignorancia”, explica, por su parte, Barbara Anderson, mamá de Lucca, de 11 años, y con parálisis cerebral.

"Discriminamos lo que no conocemos, lo que no nos es estándar o natural. Y también hay una cuestión de falta de empatía hacia los demás”, agrega Anderson en diálogo con DW.

Un medio inclusivo y sin eufemismos

Así es que ambas mujeres, de profesión periodistas, pusieron manos a la obra y dieron vida al portal de noticias Yo también, único en su tipo en Latinoamérica, "enfocado 100 % a la discapacidad”, según ellas mismas consignan.

"Comenzó siendo un newsletter de distribución semanal, allá por 2019, hasta escalar a ser un portal que incluye materiales en diferentes formatos: videos, noticieros audiovisuales, libros, tutoriales e infografías, donde el eje son las personas con discapacidad, los derechos humanos, la accesibilidad y la plena inclusión”, indica Anderson, orgullosa de la iniciativa emprendida.

"La discapacidad es un motor para el ingenio y la creatividad”, apunta en clave positiva.

"Quisimos romper con esa inercia de que las notas sobre discapacidad son sobre personas que, a pesar de tener una condición de vida, lograron algo excepcional -lo que se conoce como porno inspiracional-, y tampoco quisimos quedarnos en la denuncia”, puntualiza la profesional de los medios, argentina de nacimiento y mexicana por elección.

Asimismo, no solo los temas elegidos tienen que ver con las personas con discapacidad, sino que son también estas personas quienes integran la redacción del portal.

De enfermito a columnista

"Me considero extrovertido, terco y optimista. Amante de la música, la cocina y el fútbol”, se presenta Daniel Robles Haro, colaborador del medio con parálisis cerebral. "A mis 26 años, Yo también me dio mi primera oportunidad como columnista. Y pasé de ser el angelito o enfermito que inspira ternura o lástima en la calle, a ser una persona con responsabilidades y voz en un medio congruente y vanguardista en términos de inclusión”, cuenta con satisfacción Robles Haro.

¿Cómo es el trabajo diario con inclusión como premisa? La respuesta corre por cuenta de D´Artigues: "Iniciamos nuestras reuniones describiéndonos, para que nuestros colaboradores que no ven puedan imaginar. Tratamos de hablar de la manera más sencilla posible, para que quienes tienen discapacidad intelectual, puedan seguir la discusión de la manera más sencilla posible. Si ponemos un gif en el chat para felicitar a alguien por su cumpleaños, lo describimos”, detalla.

Niña con discapacidad sonríe en banco de plaza junto a su madre
"Lo normal es nuestra diversidad".Imagen: Westend61/Imago Images

"Todos estamos a un brazo de distancia de la discapacidad”, asegura en este sentido Anderson.

"En México, el 16,5 % de la población tiene alguna discapacidad o limitación, o sea, casi 21 millones de personas”, sostiene. "Y si a este universo le sumamos una familia tipo a la que pertenecen, podemos sumar más de 80 millones de mexicanos que vivimos con la discapacidad bajo el mismo techo, lo que equivale a dos de cada tres habitantes. No somos ninguna minoría”, contextualiza.

Para todas estas personas, y todas aquellas que se interesen, Yo también seguirá siendo desde México y para todo el mundo, un grito de inclusión en clave periodística.

"Lo normal es nuestra diversidad. Lo anormal es no aceptarla”, concluye Anderson, y bien sabe lo que dice.