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Guerra contra las drogas

Eva Usi22 de abril de 2015

La captura de narcotraficantes clave significa un éxito para el gobierno mexicano, sin embargo analistas advierten sobre un aumento de la violencia y la falta de una verdadera batalla contra la corrupción.

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Imagen: picture-alliance/dpa

La captura del líder del cártel de Juárez, Jesús Salas Aguayo, es la última de una serie de espectaculares detenciones de capos del narcotráfico buscados por las autoridades mexicanas y estadounidenses. Salas Aguayo, alias el Chuyín, es un sanguinario criminal que sembró tumbas en Ciudad Juárez, Chihuahua, convirtiéndola en la urbe más letal del planeta con más de 3.000 homicidios en 2010.

El politólogo Günther Maihold, que dirige la cátedra Humboldt en el Colegio de México, señala que el gobierno mexicano ha logrado capturar a muchos de los llamados objetivos de alto valor. “De una lista de 120 personas ya se han logrado capturar a 93. Parece ser un gran logro porque ha dañado las estructuras criminales. Sin embargo, la percepción sobre la inseguridad entre la ciudadanía se mantiene inalterable y eso afecta la imagen del gobierno“, afirma.

La detención de Vicente Carrillo, líder del cártel de Juárez, abrió el paso a Jesús Salas Aguayo, un sicario con ganas de ascender.
La detención de Vicente Carrillo, líder del cártel de Juárez, abrió el paso a Jesús Salas Aguayo, un sicario con ganas de ascender.Imagen: Reuters/E. Garrido

Cazar a las cabezas, terroristas o narcos

El término high-value target, es empleado por las agencias estadounidenses de inteligencia para identificar a individuos cuya detención es prioritaria. Se deriva de la estrategia conocida como High value target strategy, que fue utilizada por Washington para cazar terroristas y es ahora empleada por el gobierno mexicano, según el experto en seguridad y catedrático de la UNAM, Raúl Benítez Manaut.

“Se busca a las cabezas de organizaciones criminales como si fueran terroristas, así como reducir sus capacidades financieras. Esto ha provocado una dispersión de los grandes cárteles y un aumento de la violencia criminal. Al perder el control sobre el tráfico de drogas, estos criminales se dedican a la extorsión, los secuestros, robo de autos, de casas y comercios. Aunque la guerra contra el narcotráfico ha sido exitosa, el efecto colateral es que las redes criminales de sicarios trasladaron sus actividades delictivas contra la población. El costo humano ha sido muy alto con un aumento desmesurado de crímenes de alto impacto social“, destaca Benítez Manaut.

Por su parte Maihold advierte que México ha entrado a la era post capos. “Ya no es esencial capturar al capo, sino que hay que combatir a la estructura criminal en todas sus ramificaciones. En Tamaulipas, el cártel del Golfo ya se ramificó en 14 pequeños grupos. Los Zetas tienen alrededor de 8 o 9. Esto aumenta la conflictividad entre todos estos grupos“. El politólogo añade que a eso se suma la breve permanencia de los capos en funciones. "Apenas si llegan a durar tres meses o medio año, lo que significa que habrá una rotación más intensa de estos personajes“.

Un grupo de 60 sicarios intentó rescatar al líder del cártel del Golfo, convirtiendo a Reynosa, Tamaulipas, en campo de batalla.
Unos 60 sicarios intentaron rescatar al líder del Cártel del Golfo, convirtiendo a Reynosa, Tamaulipas, en campo de batalla.Imagen: AFP/Getty Images

Disminuir la violencia en Ciudad Juárez

Para Benítez Manaut la detención de Jesús Salas Aguayo, líder del cártel de Juárez, es muy importante porque implica la disminución de la violencia en Ciudad Juárez y del flujo de drogas a El Paso, Texas.

Una estrategia similar se tiene contra el Cártel del Golfo, cuya lucha encarnizada contra Los Zetas ha convertido al estado de Tamaulipas -en el noreste de México y con 17 pasos fronterizos a Estados Unidos- en uno de los más violentos del país. Benítez Manaut recuerda la detención hace unos días de su presunto líder, José Tiburcio Hernández, alias "El Gafe“, y de cuatro de sus hombres. “Unos 60 sicarios intentaron rescatarlos en una batalla tremenda que nunca se había visto en México“. El experto estima que los cárteles en México cuentan con más de 100.000 armas. El Cártel del Golfo es el que cuenta con la mayor fuerza.

Benítez Manaut advierte que la estrategia de mostrar fuerza militar y policiaca directa no ha resultado y exhorta a fortalecer el trabajo de inteligencia.:"México tiene que encontrar una estrategia que respete los derechos humanos y que no genere un aumento de violencia. Eso sólo se puede lograr con un verdadero combate a la corrupción, con una mayor profesionalidad policial y ética de los funcionarios públicos y una labor más intensa de inteligencia“.