Napolitano asume su nuevo período advirtiendo a políticos
22 de abril de 2013
Al Partido Democrático (PD), estandarte de la centroizquierda en Italia, no le resultaron los intentos por poner al expresidente del Senado Franco Marini ni al exprimer ministro Romano Prodi al mando de la presidencia del país, por lo que a última hora debió recurrir al actual mandatario, Giorgio Napolitano, quien finalmente sí concitó el apoyo del Parlamento.
Con su nombre aprobado, Italia ve cómo el político de 87 años, militante del PD y que deseaba retirarse de la política, se queda para intentar sacar del atolladero a una de las potencias de Europa, sumida en una crisis económica y política sin precedentes. Napolitano asumió este lunes (22.04.2013) su segundo mandato con un discurso lleno de advertencias.
La ceremonia realizada en el Parlamento comenzó con aplausos para el presidente, un político respetado en Italia que se convierte, además, en el primero que tiene un segundo período. “Juro ser fiel a la República y cumplir fielmente su Constitución", dijo la autoridad, quien este martes (23.04.2013) podría iniciar las consultas para formar un nuevo Gobierno.
Emocionado hasta las lágrimas
Napolitano dijo en su discurso que había aceptado ser reelegido debido al estancamiento político del país y para dar una señal de unidad al mundo, aunque aseguró que no dudaría en dimitir si los políticos no lograban implementar una serie de reformas. En su alocución, el mandatario también fue autocrítico y se quejó de sus propios errores, en especial por no modificar la disfuncional ley electoral.
Ocasionalmente conteniendo las lágrimas, llamó a los políticos a alcanzar acuerdos por el bien del país y atacó a los partidos por ser incapaces de resolver sus diferencias. Italia, tras las elecciones de febrero, tiene un Parlamento dividido en tres tercios que no han sido capaces de llegar a un acuerdo que dé gobernabilidad al país.
Napolitano dijo a los legisladores que sólo una amplia coalición era posible en las circunstancias actuales y que debían formar rápidamente una administración capaz de ganar votos de confianza en ambas cámaras del Parlamento. Asimismo, los acusó de “sordera” y los retó por los aplausos “autoindulgentes” que daban.
DZC (dpa, Reuters, Europa Press)