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¿Navidad, dulce Navidad?

RMR16 de diciembre de 2003

Ya estamos cerca de la noche mágica y¿trágica? Como cada año en diciembre, los alemanes caminan kilómetros y kilómetros en busca del regalo perfecto. ¿Qué obsequiar a alguien que tiene de todo?

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Regalos navideños a la espera de sus propietarios.Imagen: FreeFoto

La Navidad es la fiesta familiar por excelencia. El árbol está decorado con bolas y guirnaldas.Todo parece perfecto, si no fuera por los regalos que con frecuencia amargan la ceremonia.

Preparados, listos y... a comprar

En el primer fin de semana de diciembre comienza la batalla en tiendas, establecimientos y mercados navideños. El lema: En busca del regalo perfecto. Este año están de moda las velas y jabones con forma de ángel. Los niños alemanes desean sobre todo piezas de Lego y Playmobil; los adultos cafeteras italianas, aparatos electrónicos y productos de belleza.

Están pasados de moda obsequios navideños como gorritos de lana tejidos por la abuelita, o muñequitos de trapos cosidos por la mamá. El ritual del regalo personal brilla por su ausencia. Ahora los establecimientos alemanes invocan de tal manera a las compras navideñas que hasta incluso los países vecinos, como Inglaterra y Holanda, no pueden negarse. Autobuses con miles de ingleses y holandeses llegan a las ciudades alemanas en viajes organizados.

Además de los regalos, los turistas prueban vino caliente, salchichas con mostaza, gofres con cerezas y nata calientes o “Reibekuchen”, tortas fritas de papa rallada. En caso de que no regresen a casa con regalos, por lo menos se llevarán unos kilitos de más.

Regalos innecesarios

El año pasado los alemanes gastaron casi 8 millones de euros en regalos de Navidad. Según Friedrich Horst, pedagogo de la Universidad de Berlín, los obsequios suponen un gasto superfluo, ya que los germanos pueden comprar lo que quieran durante todo el año. Nadie necesita los regalos navideños, y por eso cada año todos se plantean la misma pregunta: ¿Qué le regalo a alguien que tiene de todo?

Posiblemente nos encante hacer feliz a los demás. Ésa es la razón por la que cada año nos rompemos la cabeza en diciembre. Obsequiar equilibra las relaciones entre las personas, reduce la agresividad y ayuda a superar conflictos, afirma Rost.

Búsqueda de harmonía

Precisamente en Navidad, las personas tienen la necesidad de vivir en un ambiente lleno de armonía. De ahí el anhelo de encontrar un regalo que se corresponda con las exigencias del que regala y del que recibe.

Muchas familias alemanas, para evitar malos tragos en la noche mágica del año, escriben la lista de regalos con una presición asombrosa: precio, tamaño, marca. ¡No habrá sorpresas, pero tampoco disgustos! Así fue el caso de tres parejas que celebraron juntas la Noche Buena. Después de la cena desempaquetaron los regalos y...¿sorpresa? No. Los tres hombres recibieron sus perfumes de toda la vida; sus esposas también.

Si resulta que, como cada año, recibe unos calcetines a rayas que pican, no se enfade. Tómeselo con sentido del humor. ¡La intención es lo que cuenta!