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Neandertales tenían los mismos tipos de sangre que nosotros

2 de agosto de 2021

El nuevo estudio también ofrece algunas ideas respecto a lo que contribuyó a la decadencia de los neandertales.

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Los neandertales albergaban un alelo Rh único, ausente en los humanos modernos, con las notables excepciones de un aborigen australiano y un papú. 
Los neandertales albergaban un alelo Rh único, ausente en los humanos modernos, con las notables excepciones de un aborigen australiano y un papú. Imagen: TNS/ABACA/picture-alliance

Un nuevo análisis de los genomas de los neandertales sugiere que la antigua sangre que circulaba por esta población de humanos arcaicos extinguida hace tiempo tenía más en común con la sangre humana moderna de lo que los científicos creían.

En el nuevo estudio, publicado en PLOS One, científicos de la unidad de investigación Anthropologie Bio-Culturelle, Droit, Éthique et Santé (CNRS), la Universidad de Aix-Marsella y el Establecimiento Francés de la Sangre (EFS) examinaron los genomas previamente secuenciados de tres neandertales (y de un denisovano) que vivieron hace entre 100.000 y 40.000 años, con el fin de identificar sus grupos sanguíneos y considerar lo que pueden revelar sobre la historia evolutiva del ser humano, según el comunicado de la CNRS.  

La misma gama de variabilidad ABO observada en humanos modernos

Aunque durante mucho tiempo se asumió que todos los neandertales poseían el tipo de sangre O –al igual que los chimpancés son todos del tipo A y los gorilas del tipo B–, un nuevo estudio de los genomas previamente secuenciados de tres individuos neandertales muestra variaciones polimórficas en su sangre, lo que indica que también eran portadores de otros tipos de sangre que se encuentran en el sistema de grupos sanguíneos ABO (en otras palabras, también tienen los tipos sanguíneos A y B), la misma gama de variabilidad ABO observada en los humanos modernos.

De los 40 sistemas de grupos sanguíneos conocidos, el equipo se centró en los siete que se suelen tener en cuenta para las transfusiones de sangre, los más comunes de los cuales son los sistemas ABO (que determinan los tipos de sangre A, B, AB y O) y Rh.

Origen africano

Además de los descubrimientos ABO, los investigadores afirman que los análisis de los genes que subyacen a los grupos sanguíneos de estos humanos arcaicos confirman la hipótesis que indica un origen africano, debido a la ausencia de ciertos antígenos en su sangre y a la presencia de grupos sanguíneos ancestrales vinculados a poblaciones africanas.

"Estos rasgos concuerdan con un acervo genético neandertal y denisovano anterior a la salida del Homo sapiens de África", escriben los investigadores.

Por otra parte, según el comunicado, especialmente sorprendente es el descubrimiento de que los neandertales albergaban un alelo Rh único, ausente en los humanos modernos, con las notables excepciones de un aborigen australiano y un papú. 

"¿Son estos dos individuos testimonio del mestizaje entre neandertales y humanos modernos antes de la migración de estos últimos al sudeste asiático?", se preguntan los científicos.

Baja diversidad genética y una posible fragilidad demográfica

En cuanto a lo que contribuyó posteriormente a la decadencia de los neandertales, el nuevo estudio también ofrece algunas ideas al respecto.

Según los investigadores, el estudio arroja luz sobre la demografía neandertal, asegurando que estos antiguos homínidos presentaban muy poca diversidad genética y que podrían haber sido susceptibles de padecer enfermedades hemolíticas del feto y del recién nacido (eritroblastosis fetal) –debido a la incompatibilidad Rh materno-fetal– en los casos en que las madres neandertales eran portadoras de hijos de compañeros Homo sapiens o denisovanos. 

Estos indicios refuerzan la hipótesis de que la escasa diversidad genética y el bajo éxito reproductivo contribuyeron a la desaparición de los neandertales.

"Estos elementos podrían haber contribuido a debilitar a los descendientes hasta el punto de provocar su desaparición, especialmente combinados con la competencia con Homo sapiens por el mismo nicho ecológico", escriben los investigadores.

FEW (PLOS One, CNRS)