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Netanyahu: un débil campeón

Tania Krämer/ VC 23 de enero de 2013

Israel ha dado una lección a su primer ministro, Benjamín Netanyahu. Pero pese a la contundente pérdida de votos en las elecciones, probablemente volverá a formar gobierno. Se avecinan negociaciones difíciles.

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Imagen: AP

“Un Primer Ministro fuerte para un Israel fuerte”: después de todo, las elecciones del martes (22.01.2013) no fueron tan claras como había sugerido el slogan del primer ministro Benjamín “Bibi” Netanyahu. Las primeras encuestas de la televisión israelí al cierre de los locales electorales ya dejaban en claro que solo quedaba poco de la supuesta fuerza de la coalición Likud-Israel-Beitenu. Los primeros comentarios israelíes en Twitter no se hicieron esperar: el “rey Bibi” ha perdido. No obstante, a pesar de la contundente pérdida de votos, la coalición de Netanjahu seguirá siendo el bloque más fuerte.

La coalición Likud-Israel Beitenu solo consiguió 31 escaños. En las elecciones pasadas, ambos partidos juntos todavía habían obtenido 42 escaños. Ahora, el bloque de derecha solo posee 60 de los 120 escaños en la Kneset. Si los votos faltantes de soldados, médicos, socorristas y prisioneros no cambian este resultado, habrá un empate en el parlamento. Según Dana Weiss, comentarista política del canal 2 de la TV israelí, la alianza estratégica con el partido nacionalista Israel Beitenu, del antiguo ministro de Exteriores Avigdor Liebermann, más bien ha perjudicado a Netanjahu en lugar de servirle. “El mensaje de esta elección es que los jóvenes se han hartado de los viejos y quieren algo nuevo”, añade.

El partido Likud ganó, pero perdió muchísimos votos.
El partido Likud ganó, pero perdió muchísimos votos.Imagen: Reuters

“Netanjahu sufrirá dolores de cabeza, cuando tenga que pensar qué coalición va a formar”, dice Dana Weiss. “Porque está claro que ahora Yair Lapid y Naftali Bennett también tendrán una voz para decidir cuál será la próxima coalición.”

Victoria inesperada para Yesh Atid

El ganador inesperado de la noche se llama Yair Lapid, con su partido Yesh Atid (Hay futuro). El nuevo partido del experiodista Lapid se colocó en segundo lugar, por delante del Partido Laborista. Aunque el partido “El hogar judío”, de Naftali Bennetts, consiguió 12 escaños, una parte de su electorado cambió su voto en apoyo de las fuerzas del centro. Ninguno de los Institutos de Estudios Electorales, que en las elecciones brillaron por sus estimaciones erróneas, había predicho una victoria para Lapid.

Yesh Atid, que obtendría 19 escaños, se dirige sobre todo a un electorado secular y liberal. En entrevista con DW, durante la campaña electoral, Lapid había dicho que su partido es la voz de la clase media y que aspira a un reparto igualitario de las cargas. Ya antes de la elecciones, había mencionado la posibilidad de formar una coalición de gobierno con Netanyahu, aunque bajo condiciones específicas. “No sería bueno para Israel si solo hubiera un gobierno compuesto por derechistas y ultraortodoxos. Necesitamos una coalición de gobierno de todas las fuerzas israelíes”, dijo Lapid.

A "Bibi" le esperan difíciles negociaciones.
A "Bibi" le esperan difíciles negociaciones.Imagen: picture alliance / dpa

La difícil tarea de formar una coalición

Según todos los indicios, Netanjahu tendrá la difícil tarea de formar una coalición. Actualmente todas las posibilidades están abiertas, como, por ejemplo, una amplia coalición de centroderecha con Lapid y el nacionalista religioso Naftali Bennett. No obstante, este último rechaza categóricamente un Estado Palestino. Netanjahu también podría intentar negociar con la exministra de Exteriores, Tzipi Livni y su partido Hatnuah (movimiento). Ya antes de las elecciones, el Partido Laborista había descartado una coalición con Netanyahu, pero, ahora, podría aspirar a formar un fuerte bloque de centroizquierda.

Sin importar el tiempo que tome formar una coalición, al nuevo gobierno israelí le esperan varios retos: un déficit presupuestario mucho mayor de lo pronosticado, una nueva ley del servicio militar obligatorio y presiones internacionales por reanudar las negociaciones de paz con Palestina.

Autor: Tania Krämer/ VC

Editora: Emilia Rojas Sasse