No hay nada como dormir
21 de junio de 2002En Alemania cerca de diez millones de personas se revuelcan noche a noche en sus camas. Con desesperación ven transcurrir las horas sin poder conciliar el sueño. Hacia medio día están tan cansados que apenas pueden mantenerse despiertos, fatal pues es hora de trabajar. Las pérdidas económicas, producto del insomnio, son difíciles de calcular. Como sea una cosa es segura, el sueño es un factor indispensable para tener éxito en el trabajo.
Duerma bien y tendrá éxito
Con motivo del " Día del Sueño" que se festeja en Alemania cada 21 de junio, conocidos investigadores alemanes del fenómeno del sueño, exhortaron a darle más importancia a este tema. Sus investigaciones indican que aquellas personas que duermen bien, suelen tener más éxito en su trabajo. Algunos estudios indican que las personas que padecen insomnio suelen ganar menos. " Quien duerme bien, se encuentran en buen estado, lo que se refleja en el trabajo" indica el Profesor Jürgen Zulley de la Universidad de Regensburgo.
Más del 10% de los alemanes que sufren de insomnio reciben atención médica. Si en el pasado solían ser personas de edad avanzada los que sufrían de insomnio, en la actualidad es la generación entre los 25 y 40 años la que padece esta falta. Especialmente las personas muy activas profesionalmente, corren el peligro de sobrepasarse y no poder conciliar el sueño por las noches.
Einstein dormía doce horas
Los científicos indican que un sueño sano no se determina tanto por su duración como por su calidad. El número de horas necesarias varia de personas a persona. Algunas necesitan cinco, otras nueve horas. No todos tienen que dormir como lo hace el promedio alemán cerca de siete horas (de las once de la noche a las seis y cuarto de la mañana). Las horas de sueño no significan nada por sí solas. Así por ejemplo, mientras que Napoleón dormía sólo 4 horas, Thomas Edison, el inventor de los focos, sólo 2. Pero el genio universal, Albert Einstein, solía dormir 12 horas diarias.
Un sueño sano e individual se mide por que tan descansado y lleno de vigor se siente uno al día siguiente. Y no hay duda que mientras más descansado esté uno, más rendimiento tendrá en el trabajo. Así que si usted quiere llegar muy lejos en su trabajo la divisa es: a dormir bien y aunque sea sólo una pequeña siesta a la mitad de la jornada.
No hay nada como una siesta
La famosa siesta ayuda a incrementar la productividad en el trabajo, según lo demuestran diversos estudios. No es un signo de pereza, como solía creerse antes, muy al contrario una siesta hace que se incremente el potencial de los trabajadores, cualquiera que sea su labor. Con sólo 10 minutos basta, algo que no debería ser muy difícil de practicar. Y a quién no le gustaría interrumpir por 10 minutos el trabajo, cerrar los ojos, posar la cabeza en un sillón especialmente fabricado que cuente con un respaldo especial para la cabeza, escuchar un poco de música tranquila y pensar en las cosas bonitas de la vida. Para después volver con todo ímpetu a trabajar.