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No hay plan B

12 de junio de 2008

Los comentaristas analizan hoy las probables consecuencias de un no de Irlanda al Tratado de Lisboa.

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Imagen: picture-alliance/ dpa

Modificaciones ad hoc

La Stampa, Turín: "No hay plan B para el caso de que en Irlanda gane el no. Si el referéndum con respecto al Tratado de Reforma de la UE tiene como resultado una negativa, la UE se verá amenazada por una parálisis político-institucional. Y actualmente nadie ve una salida para una situación de ese tipo. Sí existe un precedente, del 2001, cuando Irlanda rechazó el Tratado de Nizza, que más tarde, en 2002, fue salvado con algunas modificaciones ad hoc. ¿Cómo salir del nuevo callejón sin salida? Una hipótesis dice que en ese caso habría que repetir el procedimiento de 2001-2002 y presentarle a los irlandeses un texto modificado. Pues si gana el NO, entonces sólo queda repetir la votación."

Menosprecio a la oposición

"Daily Telegraph, Londres: "Como único país que decide en un referéndum acerca del Tratado de Lisboa, Irlanda debe hacer frente a una situación de la que otros países se han evadido. Hace seis años comenzó a redactarse una Constitución que –amarga ironía—estaba destinada a acercar la UE a la gente. Cuando los electores en Francia y los Países Bajos la rechazaron en el 2005, la UE se negó a reconocer el NO y elaboró un Tratado modificado, en el que se conservó la esencia de la Constitución, pero minimizando la necesidad de llevar a cabo referéndums. En vista de ese menosprecio a la oposición a algo que en definitiva no es más que la antigua Constitución, es importante para el futuro de la democracia en Europa que los irlandeses voten por NO.

Foso entre las instituciones y los ciudadanos

Ouest-France, Bordeaux: "¿Cómo puede Sarkozy pedirle a los irlandeses que corrijan su voto –aún cuando en 2003 ya lo hicieron—cuando ya rechazaron el Tratado de Nizza? Hace tres años, nadie le hubiera pedido a los franceses que dieran marcha atrás en su NO. En caso de un fracaso del Tratado de Lisboa debido a un voto negativo de los irlandeses, lo mejor sería que el Consejo de Ministros tomara una posición lo más consensuada posible. Pero todavía no llegamos a tanto. Europa espera ahora una buena noticia de Irlanda. Pero aún cuando es de esperar que gane el SÍ, no hay que olvidar que es absolutamente necesario salvar el foso que existe entre las instituciones de la UE y los ciudadanos."

Integración sin aliento

L'Est Républicain, Nancy: "Una victoria del no –tal como lo predicen las encuestas—empujaría a la UE de los 27 a una profunda crisis. A otra crisis. No queremos adelantar el resultado. Pero este referéndum tiene un resabio amargo, porque está repleto de paradojas. No, no es lógico que el más brillante éxito de la UE amenace transformarse ahora en el símbolo de una integración que ha perdido el aliento. Cuando Irlanda ingresó a la UE, en 1973, el país estaba sumido en una profunda pobreza. Hoy, el tigre celta rivaliza con el rico Luxemburgo. Ese milagro se debe en gran parte a los 40.000 millones de euros que la UE le hizo llegar en forma de ayudas."