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"No hay territorios seguros en Afganistán"

11 de noviembre de 2016

Afganistán solo será un país seguro cuando se llegue a una solución política, dijo Thomas Ruttig en entrevista con DW, tras el atentado al consulado alemán en Mazar-e Sarif.

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Explosión cerca del consulado alemán en Mazar-e Sarif, Afganistán.
Explosión cerca del consulado alemán en Mazar-e Sarif, Afganistán.Imagen: Reuters/A. Usyan

Atentado contra el consulado alemán en Afganistán

 

DW: ¿Por qué fue justamente el consulado alemán el objetivo del atentado?

Thomas Ruttig: Se podría decir, algo cínicamente, que fue objeto de un atentado relativamente tarde, sobre todo debido al argumento que los talibanes alegaron posteriormente, es decir, que el Ejército alemán ya jugó antes un papel en las misiones militares, en la ISAF, y ahora en la Resolute Support. Pero los talibanes siempre jugaron con la idea, muy difundida entre ellos, de que los alemanes son algo especial, y eso tiene que ver principalmente con que, a pesar de las guerras, las relaciones de Alemania con ese país siempre fueron constructivas y pacíficas. Eso fue así durante mucho tiempo. Pero en los últimos años, el conflicto siguió escalando.

 

Thomas Ruttig: "Los progresos de las fuerzas afganas no son suficientes".
Thomas Ruttig: "Los progresos de las fuerzas afganas no son suficientes".Imagen: picture-alliance/dpa/AAN

Los talibanes incluso justificaron el atentado diciendo que era un acto de venganza contra los ataques aéreos estadounidenses en Kunduz, en los que murió una gran cantidad de civiles. ¿Es decir, que los talibanes hacen corresponsables a los alemanes porque son parte de las tropas extranjeras?

Sí, el atentado está referido a eso. Pero recordemos que en 2009 hubo un gran ataque a dos tanques secuestrados, ordenado por un comandante alemán. Luego de eso no hubo venganzas. Por eso digo que los talibanes buscaron a los alemanes como objetivo relativamente tarde.

¿Cómo es el reparto de poder entre los talibanes y el Gobierno afgano? ¿Qué cambios se están produciendo?

El poder se desplazó, con el correr de los años, cada vez más en dirección a los talibanes. La guerra en Afganistán es una guerra asimétrica que, en su mayoría, se desarrolla con recursos de la guerrilla, con medios terroristas desde el lado talibán y desde otros grupos rebeldes. Recientemente se constituyeron frentes fijos, pero no en todas las regiones del país. Por eso es tan difícil decir con exactitud quién controla qué. En muchos lugares hay zonas grises donde no existen los controles permanentes y todo cambia continuamente.

El objetivo de la OTAN es que las fuerzas de seguridad afganas logren por sí mismas estabilizar el país. ¿Son los ataques de EE. UU. un indicio de que las tropas de la OTAN volverán a intervenir más decididamente y que tal vez incluso realicen ataques?

Ambas cosas son correctas. Las tropas de la OTAN atacan, y deben atacar. EE. UU., que tiene un papel preponderante en Afganistán, intentó, bajo el Gobierno de Obama, revertir eso. Pero desde comienzos de este año se está retornando al concepto inicial, justamente porque los progresos de las fuerzas afganas no son suficientes. No alcanza con capacitar y entrenar a una cantidad de soldados y policías. También se lo debe hacer con calidad. Entre los afganos hay dos problemas principales: el primero es la coordinación entre los diversos grupos armados que están del lado del Gobierno, como el Ejército, la Policía, los servicios secretos. Esas unidades hacen, a menudo, lo que quieren. Y el segundo es una cuestión moral: ¿sienten esos soldados y policías que este Gobierno es "su" gobierno? Entretanto, en el Gobierno unos se bloquean a otros y no se logra, en realidad, revertir la difícil situación en el país, ni en lo económico ni en lo social. Pero tampoco en cuanto a la situación de seguridad. Y eso les baja la moral a los soldados y a los policías.

Si todas las tropas extranjeras se retiraran hoy de Afganistán, ¿podría sostenerse el Gobierno actual?

Tal vez sí. Pero un gran problema es que, si los soldados se retiran, también se retira el dinero, ya que los sueldos de los soldados y policías, de los maestros y de los funcionarios estatales todavía se pagan, en gran parte, con recursos extranjeros. Si eso no existiese, es posible que el Gobierno se desintegre.

¿Cuál es la importancia de la seguridad en Afganistán en cuanto a los refugiados? ¿Es Afganistán uno de los llamados "países seguros"?

La situación está empeorando. No hay, verdaderamente, territorios seguros en Afganistán. Son seguros por un tiempo, pero no permanentemente. Además, la seguridad implica la posibilidad de poder ganarse la vida. En Europa se critica a muchos inmigrantes diciendo que llegan por las buenas perspectivas económicas. Pero tenemos que entender que la mala situación socioeconómica de Afganistán, por ejemplo, es resultado de 40 años de guerra. Esas dos cosas difícilmente se puedan separar. En mi opinión, Afganistán solo podrá ser un país seguro cuando estemos en camino de hallar una solución política, y hoy estamos apenas al comienzo.

Thomas Ruttig es codirector del instituto de investigación Afghanistan Analysts Network.

Autor: Christoph Hasselbach (CP/ VT)