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"No sé si lo lograremos en Heiligendamm"

Mirra Banchón24 de mayo de 2007

La lucha contra el cambio climático y la liberalización de los mercados internacionales serán tematizados en la Cumbre del G-8 Heiligendamm, anuncia la canciller alemana sin prometer nada.

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Angela Merkel, canciller alemana, ante el BundestagImagen: AP

La canciller alemana, Angela Merkel, anunció algunos de los temas a tratarse en la próxima Cumbre del G-8 en Heiligendamm. En su discurso ante el Parlamento alemán habló de respeto al miedo antiglobalización, de tibias expectativas con respecto a acuerdos globales medio ambientales y de las aún no fallecidas esperanzas de reavivar las esperanzas de la Ronda de Doha. Aprovechó también para dejar claro que no está previsto que el grupo de los ocho países más industrializados del mundo -Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia- engrose permanentemente sus filas. No obstante está muy dispuesto -como se viene haciendo desde la cumbre de Gleneagles en 2005- a invitar a estos encuentros a los representantes de las cinco economías emergentes más grandes del mundo como son China, México, India, Brasil y Sudáfrica.

Protestas sí, violencia no

Una de las características de este tipo de cumbre es la gran expectativa que despierta; el lugar en donde por algunos días se reúnen los líderes de los países más poderosos del mundo reunidos se transforma en un imán para la atención mundial, de todo tipo.

Por ello y haciéndose eco de los últimos incidentes en contra de los movimientos antiglobalización y de las duras críticas a las que se ha enfrentado la cartera de seguridad, la canciller aseveró que "se trata de un foro único para que los países industrializados y las economías emergentes traten cuestiones internacionales". Según ella, este valioso gremio valioso para la política globalizada no cierra sus puertas a quienes se oponen a la globalización. Si bien se manifestó a favor de la protesta pacífica y se declaró comprensiva hacia el temor que puede infundir, dejó claro que todo el que haga uso de la violencia está cortando toda posibilidad de diálogo.

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La Unión Europea participa de la Cumbre

Esperanzas para Doha

Según la líder alemana, este gremio no sólo vela por imponer los intereses de los países industrializados; una postura sería equivocada. "Se trata más bien de abordar y avanzar en cuestiones que atañen al mundo entero, dejando clara la responsabilidad de las naciones industrializadas", recalcó. En este contexto cabría todavía la esperanza para las enfangadas negociaciones de la Ronda de Doha -la propuesta de una liberación internacional de los mercados en el marco de la Organización Mundial del Comercio- "a pesar de que el tiempo apremia". Para liberalizar los mercados -algo que redundaría en beneficios sobre todo para los países en desarrollo- "se requiere de flexibilidad por parte de todos", subrayó.

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¿Queda esperanza para la Ronda de Doha?Imagen: AP

¿Propuestas para después de Kyoto?

La líder germana recalcó en su declaración que el lado humano de la globalización y sus aspectos sociales estarán presentes en las conversaciones en el idílico balneario báltico de Heiligendamm.

Aunque en realidad no es mucho lo que sucede después de la grandilocuencia y las casi apoteósicas acciones en torno a estas cumbres -los conciertos Make Poverty History a favor de África en el marco del encuentro del G-8 bajo la presidencia británica basten como muestra-, dada la posición clave de Alemania en este momento y el resuelto paso de su canciller por los caminos de las medidas para reducir las emisiones, de este encuentro cabría esperar el esbozo de un proyecto internacional que reemplace, a partir del 2012 al Protocolo de Kyoto.

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Muñecos de cartón, en HeiligendammImagen: AP

A este respecto, la canciller Merkel se manifestó un tanto escéptica. Aunque entre tanto está claro que la protección y la economía no son excluyentes, "debemos primero desarrollar una percepción común" en la cual los países industrializados deben llevar la delantera. Y les digo honestamente: no sé si lo lograremos en Heiligendamm".