En Ciudad de México, Mary Paz Ramírez Valenzuela pronto tendrá que dejar la casa en la que vive desde hace 20 años. Sus caseros quieren ganar más dinero alquilando la vivienda a nómadas digitales a través de AirBnb en lugar de a vecinos de la capital como Mary Paz. A unas cuadras, la bloguera de viajes Kesi Irvin charla con otros nómadas digitales estadounidenses en su AirBnb sobre lo barato que es todo aquí en México en comparación con las grandes ciudades de su país. En un encuentro tenso, Mary Paz le dice a Kesi que los nómadas digitales «nos están expulsando de nuestros espacios» y que es culpa suya que pronto vaya a vivir «en la calle». En Vancouver, uno de los lugares más codiciados, y caros, del mundo para vivir, el pueblo squamish está construyendo miles de nuevas viviendas. Wilson Williams, vocero y consejero de la nación squamish, afirma que los nuevos rascacielos proporcionarán seguridad financiera y vivienda a su pueblo, expulsado de sus tierras hace un siglo. Pero vecinos, como Bill Tieleman, se oponen a las torres de casi 50 pisos. Aunque admiten que la ciudad necesita urgentemente más viviendas, creen que la alta densidad de edificación destruirá el carácter de la ciudad y no beneficiarán a quienes más las necesitan.