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PolíticaEl Salvador

Noticiero El Salvador: ¿periodismo de corte preelectoral?

12 de octubre de 2020

Desde 1964, El Salvador ha tenido un canal televisivo estatal que ofrece una gama de información a la teleaudiencia. ¿Por qué, entonces, hace tanto ruido el relanzamiento de su noticiero?

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Foto de un micrófono como imagen simbólica de una entrevista
Imagen: Fotolia/wellphoto

El Canal 10 –conocido como Televisión de El Salvador o Televisión Cultural Educativa- ha existido como un servicio de apoyo didáctico que ha estado, dependiendo del Gobierno de turno, bajo el control del Ministerio de Educación o del Ministerio de Cultura. Con el Gobierno de Nayib Bukele y en el marco de la pandemia, se hizo una apuesta a su modernización con una nueva línea gráfica, la remodelación de su equipo y la actualización de material difundido que apoyó a la educación a distancia obligada por la cuarentena.

Según el Portal de Transparencia, el Canal 10 es un "medio de comunicación que muestra a El Salvador en toda su diversidad, a través de variados y entretenidos contenidos que reflejan procesos culturales, fomentan la participación democrática y aportan a la construcción de identidades salvadoreñas”. Esto incluye el denominado Noticiero El Salvador cuyo relanzamiento el 5 de octubre de 2020 generó expectativa no solo desde las cuentas en redes sociales del presidente, sus funcionarios y sus detractores, sino que también llama la atención de entidades que promueven la libertad de prensa.

El noticiero de Bukele

Según una publicación en Twitter de la secretaria de Comunicaciones de la Administración Bukele, Sofía Medina, con este relanzamiento el Gobierno tendría "su propia ventana, su propia voz, la verdad a disposición de la gente. Esta es una nueva forma de hacer periodismo y tal vez sea incómodo para algunos”.

En tanto, Bukele aseguraba en la misma red que con el relanzamiento tendrían "nuestro propio noticiero” y aclaraba que el Gobierno anterior "también tenía uno, solo que nadie lo miraba”.

Pero si el país ya contaba con un noticiero similar, con Gobiernos anteriores, ¿por qué es que este ha generado tanta expectativa?

"Para nosotros, esto no es algo novedoso”, explica a DW la presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), Angélica Cárcamo. "Sin embargo, lo que preocupa es la narrativa que se ha instaurado desde el presidente Bukele y Casa Presidencial en cuanto a querer legitimar este noticiero gubernamental como el único medio ‘verdadero' para informar a la ciudadanía, deslegitimando la labor del resto de medios de comunicación, sobre todo de aquellos medios o periodistas que hacen una labor bastante independiente y crítica, incluso de medios internacionales”, agrega.

Cárcamo añade que "lo otro que nos parece preocupante es querer reforzar en el imaginario de la ciudadanía que esto que nosotros conocemos como comunicación institucional, o propaganda gubernamental, lo quieran vender a la audiencia como periodismo, sobre todo porque la mayoría de sus presentadores son -hoy por hoy- encargados de comunicaciones de diferentes ministerios y autónomas del Ejecutivo y claramente irrumpen con las prácticas éticas (…) Antes, al menos había un equipo destinado específicamente en el Canal 10 y en la Radio Nacional, ahora más bien están haciendo un híbrido de sus comunicadores institucionales con una labor en el canal y vendiendo falsamente a la ciudadanía que están haciendo periodismo”.

Por su parte, el relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, subrayó a DW que existen estándares internacionales sobre medios públicos y argumentó que "el problema no es la existencia de un medio público que, en todas las democracias incluso en las más avanzadas, siempre en el ecosistema de medios de comunicación hay medios públicos. El dilema está en cuáles son los frenos y contrapesos institucionales con los cuales cuentan estos medios públicos para evitar que se conviertan en mecanismos de propaganda patrocinados, además, con recursos de toda la ciudadanía”.

"En toda la región hay un contexto regresivo y adverso para el ejercicio de la libertad de expresión y esto particularmente se ve acentuado en la forma y las dinámicas de las redes sociales. Desde el mandato de la relatoría de la libertad de expresión, es un tema que estamos estudiando y evidentemente cuenta con toda nuestra atención para contribuir a la mejoría del ambiente para la libertad de expresión en el continente”, afirmó el recién nombrado relator especial.

En tanto, Cárcamo asegura que Bukele "sigue con este discurso de insistir que la única prensa válida es aquella que valide lo que está haciendo su Gobierno y todo aquello que le cuestione para él no es periodismo. Es una visión muy distorsionada de qué es el periodismo y esto no es por ignorancia, es a propósito porque estamos en una coyuntura preelectoral de cara a las elecciones de diputados y alcaldes”. La presidenta de la APES asegura que esto se hace "con miras a tener una buena imagen ante la ciudadanía y poder tener la mayor cantidad de votos, lo cual nos parece bastante preocupante porque se está instrumentalizando el aparato estatal con fines políticos propagandísticos y eso se ve en países poco democráticos como en el caso de Nicaragua o Venezuela”.

En tal sentido, Vaca estima que "el discurso público de las personas de notoriedad y con cargos de responsabilidad puede aumentar las garantías a la libertad de prensa o puede restringirlas y creemos que este es un campo en el cual hay mucho por trabajar con liderazgos públicos y de la región”.

Mientras tanto, Bukele anuncia en redes sociales la creación del Diario El Salvador una "empresa propiedad del Estado” que tendrá una versión en línea y otra impresa que "será el de mayor circulación” y "hablará con la verdad”.

DW contactó a la jefaturas del Noticiero El Salvador así como al representante de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) para solicitar su postura, pero no hubo respuesta.

(chp)