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Nuevas fisuras en el proceso de paz

JAG / Agencias7 de agosto de 2006

Con la oposición conjunta de la Liga Árabe, continúa el debate sobre la resolución para el Líbano. Entretanto, el Ministro de defensa israelí se declaró dispuesto a la guerra si a diplomacia no funciona.

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Sin resolución, continúan los ataques.Imagen: AP

La demora en el acuerdo sobre el proyecto de resolución de la ONU para el cese de las hostilidades en el Líbano planteó nuevas dimensiones a las que podría escalar el conflicto.

El ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, declaró su disposición a iniciar hostilidades en todo el territorio libanés si la vía diplomática no garantiza la seguridad israelí.

"He dado la orden inequívoca para que, si fracasa el proceso diplomático, el Ejército actúe en todo el territorio libanés"', dijo Peretz, en una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento.

"Nos haremos con el control de todas las posiciones en las que hay lanzaderas de cohetes a fin de reducir el número de disparos (contra el territorio de Israel)", agregó el ministro.

Libanon Treffen der Außenminister der Arabischen Liga in Beirut
Nuevas condiciones para el proceso.Imagen: picture-alliance/ dpa

Presión árabe sobre la ONU

La Liga árabe tampoco está dispuesta a dar su brazo a torcer ante el proyecto de resolución presentada por Francia y EEUU, que plantea el cese de los ataques, tanto de Israel como de Hezbolá, pero pospone la retirada israelí para una resolución posterior.

Mientras Israel miró con optimismo el proyecto porque le autoriza a reaccionar ante los ataques del Hezbolá, el gobierno del Líbano lo rechazó aludiendo que no exige el cese "inmediato" de las hostilidades ni la retirada israelí del sur de su territorio.

Los ministros de RREE de la Liga acordaron en Beirut apoyar la oposición del gobierno libanés. Una comisión de representantes viajará a Nueva York para buscar el apoyo de la ONU y enmendar el proyecto francoestadounidense.

El embajador de Qatar, Nasser Abdulaziz al Nasser, manifestó su deseo de que la presión árabe sea tomada en cuenta para aprobar una resolución que promueva la paz y la seguridad. Además de la retirada de las tropas israelíes, se planteará una liberación paralela de los prisioneros de ambas partes, así como la retirada de Israel de las granjas de Cheba.

Pressekonferenz US-Präsident George W: Bush und US-Außenministerin Condoleezza Rice zur Lage in Israel und Libanon
EEUU dispuesto a escuchar.Imagen: AP

¿Postura abierta de EEUU?

Por su parte, John Bolton, embajador estadounidense ante la ONU, consideró apropiado contemplar las condiciones planteadas por la Liga Árabe. Pero recordó que ambas partes ya fueron escuchadas al tiempo de preparar la propuesta actual de resolución.

Bolton también dudó sobre la posibilidad de negociar la liberación para los presos libaneses en Israel así como la retirada de las granjas de Cheba.

También el presidente estadounidense hizo declaraciones desde su residencia de verano en Crawford (Texas), donde manifestó su deseo de una pronta resolución. George W. Bush declaró su comprensión ante el desacuerdo de ambas partes con la resolución. Sin embargo rechazó la retirada israelí para evitar un vacío en el sur del Líbano que favorezca las posiciones de Hezbolá.

Bush recalcó el objetivo de la resolución para fortalecer al gobierno libanés y atajar la raíz del problema: la milicia de Hezbolá que se comporta como un Estado dentro de otro Estado.

Continúan los ataques

En cuanto a la crónica bélica, la Fuerza Aérea continuó con sus bombardeos desde primeras horas de la mañana, atacando Beirut y el sur del Líbano, así como varias rutas hacia Siria. El ejército israelí destruyó también el único puente sobre el río Litani cortando la ruta de la ayuda humanitaria y dejando aisladas a más 20.000 personas.

Según la organización de ayuda Caritas Internacional, en el Líbano amenaza colapsar la economía, lo que supondría una catástrofe. "Ya ahora prácticamente no hay transporte ni comercio en el país", dijo un portavoz, "y aproximadamente un millón de personas han abandonado sus hogares, o sea un cuarto del total de población".