Nuevo drama migratorio frente a Lampedusa
3 de octubre de 2013
Un bote lleno de inmigrantes naufragó este jueves (3.10.2013) frente a las costas de Lampedusa, la isla italiana más cercana al continente africano. Las autoridades locales informaron que más de noventa personas habían perdido la vida tras el suceso y que aún había 250 desaparecidos; . “Es un horror. No dejan de sacar cadáveres”, comentó conmocionada la alcaldesa, Giusi Nicolini. La nave, que llevaba a unas 500 personas a bordo, se incendió y se hundió en las inmediaciones de la isla de Conogli, muy cercana a Lampedusa.
En la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se cree que la embarcación habría iniciado el viaje en Libia unas doce horas antes, que los pasajeros proceden de Eritrea y Somalia, y que ellos mismos iniciaron el fuego para llamar la atención de la guardia costera. La mayoría de los italianos se vio confrontado con las dramáticas imágenes del rescate mediante la televisión, mientras que los habitantes de Lampedusa eran testigos directos del tragedia.
El flujo migratorio se densifica
Horas antes del accidente, otro barco con 463 inmigrantes había llegado a Lampedusa. Y el pasado lunes (30.9.2013), luego de que un barco encallara frente a Sicilia, aproximadamente 200 personas se lanzaron al agua para nadar hasta la orilla. La mayoría consiguió llegar a tierra firme, pero trece se ahogaron en el intento. Cuando hace buen tiempo, miles de personas intentan cruzar el mar Mediterráneo para alcanzar las costas de los países sureuropeos. Lampedusa es un destino recurrente porque sólo está a 113 kilómetros de Túnez.
Al flujo migratorio acostumbrado se han sumado este año miles de refugiados de la guerra civil siria, la mayoría de los cuales han llegado a la costa este de Sicilia procedentes de Egipto. El ministro de Transporte, Maurizio Lupi, declaró que se debía luchar contra las mafias que trafican con seres humanos y coordinan su transporte en embarcaciones atestadas e inseguras. “Esa es una tarea que debemos asumir y que la comunidad internacional y la comunidad europea también deben apoyar”, señaló Lupi en un comunicado.
ERC ( dpa / Reuters )