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Nuevos disturbios en Cumbre del G20 en Hamburgo

8 de julio de 2017

La cumbre del G20 está en marcha en medio de protestas generalizadas. La canciller Angela Merkel instó a los líderes a mostrar unidad sobre el cambio climático, el comercio y la migración.

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Anti G20-proteste in Hamburg
Imagen: Reuters/H. Hanschke

Las conversaciones políticas en la cumbre del G20 se dan en un contexto de violencia en las calles de Hamburgo. La promesa de los manifestantes de convertir la ciudad en un infierno ("Welcome to Hell" era la consigna) se tornó realidad al comenzar este viernes (07.07.2017) la cumbre del Grupo de los Veinte principales países industrializados y emergentes 

De acuerdo al balance informado esta noche, ya hay 197 policías heridos, aunque ninguno de ellos de gravedad. Respecto a los manifestantes heridos, todavía no hay precisiones. Un portavoz de bomberos explicó que varios manifestantes habían recibido asistencia propia, por lo que no se podía detallar el número de lesionados. 

El portavoz de la Policía Timo Zill indicó que se produjeron ya unas 100 detenciones en el marco de las protestas. Respecto a la cantidad de coches quemados, la Policía evitó dar precisiones. Los bomberos mencionaron que hubo algunas decenas de autos incendiados.

Los disturbios, que comenzaron el jueves tras la fuerte represión policial de la protesta bautizada "Bienvenidos al infierno" -y la más temida por el caudal de violentos-, se prolongaron a lo largo del día mientras los líderes celebraban sus primeras sesiones en el recinto ferial, ubicado en pleno centro.

Centenares de activistas antisistema desafiaron la prohibición que regía desde la mañana del viernes de manifestarse en un radio de 38 kilómetros y bloquearon calles y vías de trenes.

La víctima más prominente de los retrasos fue la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, que se quedó sin poder participar en el paseo en barco previsto para los "consortes" de líderes del G20, después de que manifestantes bloquearan su salida de la residencia oficial en Hamburgo.

La Policía se vio desbordada y pese a contar con casi 20.000 efectivos las autoridades tuvieron que pedir refuerzo de un millar de agentes a otros estados vecinos. 

El barrio Sankt Pauli, cercano al puerto, fue escenario de "batallas campales" en horas de la tarde entre manifestantes y las fuerzas del orden, según relataron testigos.

Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel condenó las manifestaciones al calificarlas de "inaceptables". "Por supuesto que entiendo que la gente se manifieste de forma pacífica pero las manifestaciones violentas ponen en peligro la vida de la gente y eso no se puede aceptar", criticó la mandataria

DG (efe, dpa)