Oaxaca, Chiapas y Tabasco lloran a sus muertos
21 de septiembre de 2017
Con 90 víctimas mortales en todo el país (71 de ellas en Oaxaca, 15 en Chiapas y cuatro en Tabasco) y 800.000 damnificados, el terremoto del 7 de septiembre se convirtió en un amargo comienzo de mes para los mexicanos. Según el gobierno, más del 80% de los habitantes del Istmo de Tehuantepec se han visto afectados por el sismo de un modo u otro. El temblor, de 8.2 grados en la escala de Richter, fue el más fuerte vivido en el país en un siglo.
La ciudad más afectada fue Juchitán, municipio de 70.000 habitantes donde tuvieron lugar más de la mitad de los fallecimientos. Mientras la ayuda llegaba a cuentagotas, cientos de personas que habían perdido sus casas durmieron al aire libre en descampados y parques, de acuerdo con el diario español ABC. El diario local Proceso ha informado de que los habitantes se estaban protegiendo con armas blancas de ladrones que intentaban arrebatar sus pertenencias a los supervivientes.
El hecho de que estos estados sureños se hallen en una zona montañosa ha dificultado las labores de ayuda y reparación, que llevan a cabo entre otros el Ejército, la policía, Protección Civil y varias ONG como la Cruz Roja.
Por su parte, las autoridades educativas han indicado que las actividades escolares se reanudarán el próximo lunes (25.09.2017).
También la vecina Guatemala se vio afectada por el sismo, pero en este caso no se reportaron fallecimientos, si bien se registrado daños en multitud de viviendas, edificios, Iglesias, escuelas y carreteras.
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