Obama y el reto de Guantánamo
22 de mayo de 2009Der Standard, de Viena: “Estados Unidos debe cerrar el campo (de Guantánamo) y acoger a los prisioneros, eso está fuera de discusión. No puede derivar la responsabilidad hacia otros países. Obama todavía tiene que convencer a sus compatriotas, y para ello se necesita un liderazgo fuerte. Hasta ahora, el presidente estadounidense ha intentado darle el gusto a todos en el debate sobre la lucha contra el terrorismo: acabamos con los métodos de Bush, pero los responsables quedan impunes; cerramos Guantánamo, pero los tribunales militares prosiguen. Una prueba de fuerza para sus loables objetivos”.
Obama fue convincente
Rheinpflaz, de Ludwigshafen: “Ya era hora de que Barak Obama formulara claramente su posición con respecto a la lucha contra el terrorismo. Su decisión de cerrar el campo de prisioneros de Guantánamo se había convertido en un boomerang en el ámbito político interno. Los republicanos lograron sugerir a los estadounidenses que los métodos de George W. Bush, por poco pulcros que hayan sido, sirvieron a fin de cuentas al propósito de resguardar la seguridad. Obama lo refutó en forma convincente. Ya es hora de que los estadounidenses se despidan de la ilusión de que los peligros del terrorismo estaban, por así decirlo, en cuarentena en Guantánamo”.
Temores demócratas
Süddeutsche Zeitung, de Múnich: “El Senado le negó a Obama, por abrumadora mayoría, el dinero para el cierre de Guantánamo. Eso quiere decir que la resistencia no proviene únicamente de los republicanos, que defienden el nefasto legado de Bush, sino que también de un amplio frente de sus propios correligionarios. (...) teme que los republicanos los pongan en aprietos. (...) Obama debe tomar en serio sus miedos. Debe hacer concesiones, pero sin tambalearse en lo sustancial. Debe cerrar Guantánamo. Los prisioneros tienen el derecho a un juicio justo. El presidente debe insistir en ello, también frente a sus compañeros de filas dubitativos. De otra forma, Estados Unidos no se liberará de la vergüenza con que su antecesor cubrió al país”.
La “patata caliente” de Guantánamo
El Mundo, de Madrid: “Washington albergó ayer dos discursos que reflejaron de forma nítida sendas formas de entender los EEUU y su lucha contra el terror. Por un lado, Obama habló con la Constitución a su espalda para hacer hincapié en que no se puede combatir a Al Qaeda sin someterse 'al imperio de la ley'. Por otro, el ex vicepresidente Cheney defendió Guantánamo y los métodos de interrogación de la Administración Bush, acusando a quienes los han rechazado de propagar una 'falsa moralina' que pone en riesgo la seguridad nacional. La lupa está puesta sobre Obama, por ver cómo resuelve la patata caliente de Guantánamo, pero éste acertó ayer al recordar que los problemas no surgen por su decisión de cerrar la prisión, sino por la de quienes la abrieron. A él le ha tocado 'limpiar el caos»' y su objetivo es loable, pero no va a ser fácil”.
Autora: RS/dpa/afp
Editora: Luna Bolívar