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Ocaso de dos dictadores: Castro y Pinochet

DW-WORLD4 de diciembre de 2006

La prensa europea comentó profusamente dos acontecimientos de trascendencia en América Latina: Chile ante un Pinochet moribundo y Cuba que se acostumbra a la vida sin Fidel.

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Cientos de simpatizantes celebraron sin Fidel el 80 aniversario del dictador.Imagen: pa / dpa


El diario romano La República se ocupa del infarto del ex -dictador chileno Augusto Pinochet y comenta la discusión sobre su eventual entierro: "La presidenta Michelle Bachelet está resuelta a no tomar parte en el entierro de Pinochet o por lo menos darle el menor peso en la medida de lo posible. Para el gobierno la mejor solución sería que Pinochet fuera enterrado en Bucalemu, la hermosa propiedad de la familia en el campo, y de ser posible con una pequeña ceremonia. Pero eso no será fácil y lo que está en juego las próximas horas es una dura lucha entre aquellos en Chile que quieren olvidarlo definitivamente y quienes quieren rendirle un último honor. Chile es un país dividido con muchas heridas aún abiertas".

Paraíso de los dictadores

El rotativo liberal de izquierda, Libération, de París, considera a Pinochet en camino al paraíso de los dictadores: "Treinta años tras el golpe de Estado, los chilenos vieron en el 2003, por primera vez imágenes críticas sobre el papel del antiguo dictador. Un año después estalló el escándalo sobre el patrimonio del clan Pinochet. El año pasado el llamado Reporte Balech presentó pruebas que confirman que durante su dictadura la tortura fue practicada de manera masiva y sistemática. Los simpatizantes de Pinochet se redujeron a un puñado. Hace una semana un centenar de 'nostálgicos' celebró el 91 aniversario del sonriente 'Presidente' ante su residencia en el aristocrático barrio de Dehesa. Ahora han vuelto espontáneamente ante el hospital militar en donde se encuentra internado. Pinochet se encuentra ante el paraíso de los dictadores".

Cuba sin Fidel y sin Raúl

Fidel Castro im Krankenhaus
La última imagen de Fidel Castro en el hospital donde está internado.Imagen: AP

El diario conservador parisino, Le Figaro, afirma que los cubanos se acostumbran a la vida sin Fidel Castro: "Más que cualquier otro líder cubano, el hermano de Fidel Castro representa para los cubanos una tranquilizante continuidad. Raúl no tiene el carisma de Fidel Castro y le falta la habilidad para comunicarse. Él pertenece a la generación de la Revolución, lo que le otorga una legitimidad histórica. Como hermano de Fidel, a quien sustituye en la investidura presidencial, se beneficia de la fascinación que sigue provocando la figura del "máximo líder". El verdadero problema no es definir lo que será de Cuba sin Fidel. Los intelectuales cubanos más bien subrayan la verdadera interrogante, que es Cuba sin Fidel y sin Raúl. Ahora se trata de preparar la transición".

Vínculos más allá de Miami

El periódico luxemburgués, Luxemburger Wort, escribe: "Con la ausencia de Fidel Castro en el desfile en su honor, el carismático líder cubano se ha despedido definitivamente del poder. De ser por quien le sigue en las filas del poder, Raúl Castro y Carlos Lage, la mayor isla del caribe continuará por el camino especial. Los exiliados cubanos en Miami piensan distinto, ansían una apertura económica y la democratización de Cuba. Eso es lo que precisamente temen muchos cubanos. Durante más de 40 años que ha durado la dictadura de Castro, han escuchado que la República es independiente de Miami y del poderoso vecino estadounidense. Los deshonrosos excesos de la dictadura Batista siguen presentes en el inconsciente de muchos cubanos. Un futuro exitoso de Cuba apoyado en el talento innovador e improvisador de su pueblo, en sus riquezas naturales y el potencial turístico depende de la capacidad de establecer vínculos del otro lado, más allá de las calles de Miami. Este papel no podría asumirlo Fidel Castro, quien estaba a favor de un ataque nuclear contra Estados Unidos en 1962. Pero sí sus sucesores, quienes tienen ahora la oportunidad de liberar a Cuba de las confusiones de su historia colonial. Los cubanos esperan…"