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ONU cifra en 6.000 los inmigrantes a la deriva en Asia

16 de mayo de 2015

Indonesia, Malasia y Tailandia enfrentan una crisis debido a las oleadas de personas que escapan de Bangladesh y Myanmar. Críticas por política de devolución al mar.

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Imagen: picture-alliance/dpa/Y. Pruksarak

Naciones Unidas criticó este viernes (15.05.2015) la decisión adoptada por Indonesia, Malasia y Tailandia de devolver al mar a los cientos de inmigrantes que han llegado a sus costas huyendo de persecuciones políticas o de la miseria. La entidad cifró en unos 6.000 el total de personas que siguen a la deriva en condiciones muy precarias, con escasas posibilidades de alcanzar la costa en países que los rechazan una y otra vez.

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Husein, pidió a los gobiernos de esos tres países que “actúen rápidamente para proteger las vidas” de los inmigrantes, la mayoría de ellos bengalíes y rohingyas. Estos últimos huyen de Myanmar, donde son perseguidos. Si bien Naciones Unidas agradeció que Malasia e Indonesia aceptaran a cientos de inmigrantes en jornadas pasadas, advirtió que impedir la llegada de nuevas embarcaciones repletas de personas es igual a ponerlas en riesgo.

Zeid dijo estar consternado por las últimas informaciones que indican que, en efecto, Malasia, Indonesia y Tailandia han devuelto embarcaciones de inmigrantes a mar abierto, impidiéndoles aproximarse a sus costas. Tales acciones “van a conducir forzosamente a numerosas muertes que podrían haber sido evitadas”. Calificó también de “incomprensible e inhumana” la acción de la Marina tailandesa de repartir agua y comida en una embarcación en la que se encuentran cientos de personas “en condiciones abyectas”, para luego devolverlas a alta mar.

No aceptarán más barcos

El primer ministro de Malasia, Najib Razak, dijo que su país “no tolerará ningún tipo de tráfico de seres humanos” y recalcó que la crisis que vive la región es “un asunto de importancia regional e internacional”. La autoridad aseguró estar en contacto “con todas las partes relevantes, con las que compartimos el deseo de hallar una solución” a este problema. Malasia está devolviendo barcos a alta mar desde el martes, tras recoger a un millar de personas los días domingo y lunes.

Ante la dramática situación, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, pidió directamente al Gobierno de Tailandia que considere acoger temporalmente a los inmigrantes que siguen a la deriva. Tailandia insistió en que no aceptará más barcos, al menos hasta la reunión que han convocado para el 29 de mayo con otros países de la región para abordar el problema. Los rohingya son una minoría musulmana que no es aceptada en Myanmar, donde los consideran bengalíes. En Bangladesh tampoco son reconocidos como ciudadanos.

DZC (EFE, Reuters, dpa)