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Opinión: debemos quedarnos en Incirlik y seguir negociando

20 de mayo de 2017

Retirar a los soldados alemanes de Incirlik para responder a las fanfarronadas del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sería un gran error; eso sólo beneficiaría al autoproclamado Estado Islámico, dice Volker Witting

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Von der Leyen will Nato-Stützpunkt Incirlik besuchen
Imagen: picture-alliance/dpa/Falk Bärwald

Sería sencillo mandar esta vez una señal. Irse de Incirlik, irse de Turquía con todos los soldados alemanes. Demostrarle al déspota del Bósforo, Recep Tayyip Erdogan, lo potente que puede ser una retirada de este tipo. Las amenazas y las provocaciones no se pueden tolerar más.

Las negociaciones salieron mal. Era lógico, Erdogan se burló de ellas siempre que pudo. Por segunda vez prohibió la visita de los miembros del Parlamento alemán a las tropas de Incirlik, dos periodistas germanos fueron detenidos, realizó comparaciones con Hitler en el contexto del reciente referéndum turco. Muchas cosas juntas difíciles de soportar.

Se trata del Estado Islámico, no de Erdogan

Pero la esperanza es lo último que se pierde. Ahora toca ser recios, seguir negociando y continuar exigiendo el derecho a la visita. En este sentido hay un buen argumento: la Bundeswehr es un Ejercito del Bundestag.

 

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En otoño de 2015 los políticos le otorgaron su mandato a los soldados. El objetivo era acabar con el terror del autoproclamado Estado Islámico, que ya le costó la vida a cientos de miles de personas y que generó millones de refugiados. Esta misión debe continuar, incluso aunque sea difícil.
Sigmar Gabriel está desesperado. El jefe de la diplomacia alemana, que cuenta con el respaldo de la Casa Blanca, llegó a amenazar con finalizar la misión de la Bundeswehr en Turquía. En la reciente visita a Washington involucró a Estados Unidos en el conflicto diplomático turco-alemán. No es un tema menor, ya que los Estados Unidos siguen siendo la principal potencia dentro de la OTAN, a la que también pertenecen Alemania y Turquía. La OTAN es así un puente entre Berlín y Ankara. Y esto es bueno.

Volker Witting
Volker Witting, comentarista de DW.Imagen: DW/S. Eichberg

También es bueno que ni Los Verdes ni La Izquierda pudieran conseguir mayorías en el Parlamento para retirar a 260 soldados de Incirlik. Prevalecieron los partidos del Gobierno d coalición y así se evitó que, con la retirada, se viera debilitada la OTAN y los terroristas pudieran festejar un triunfo.

¿La solución está afuera de la cumbre de la OTAN?

La ministra alemana de Defensa, Ursula Von der Leyen, ya sondeó destinos alternativos para los soldados alemanes de Incirlik. Una posibilidad es Jordania. Pero además de los enormes costos de la mudanza, hay otra contra: Jordania no pertenece a la OTAN.

En rigor, sólo existe una buena solución: dialogar con Turquía. Negociar, negociar y continuar negociando. El próximo jueves (25.5.2017) habrá una nueva oportunidad en la cumbre de la OTAN en Bruselas. En ese marco, Angela Merkel se encontrará con Erdogan por fuera de la cumbre. Tendrán que hablar sin rodeos. La esperanza es lo último que se pierde.

Autor: Volker Witting