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Opinión: El caso de Harvey Weinstein no es aislado

Scott Roxborough
13 de octubre de 2017

La industria del entretenimiento y los medios de comunicación deben asumir responsabilidad por lo que ha sucedido y sigue sucediendo, opina el especialista de DW en temas de Hollywood, Scott Roxborough.

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Harvey Weinstein US-amerikanischer Filmproduzent
Imagen: Getty Images/National Geographic/B. Bedder

Al igual que el capitán Louis Renault en Casablanca, me causó un "gran impacto" escuchar que el productor de Hollywood Harvey Weinstein había sido acusado de acusar y atacar durante décadas a mujeres.

Por supuesto, todos lo sabíamos.

Fui corresponsal de The Hollywood Reporter durante más de una década, y todos habíamos escuchado esas historias: Harvey Weinstein, el productor de películas ganadoras de Óscars como "El paciente inglés" o "Pulp Fiction", era un depredador sexual. Manoseaba a las mujeres, y las presionaba para tener sexo con él, a cambio de que obtuvieran papeles en sus películas, o de ayuda en sus carreras profesionales.

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En reportajes publicados recientemente, en el New York Times y The New Yorker Magazine, por lo menos 30 mujeres, incluyendo a actrices famosas como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow, Rose McGowen o Asia Argento, decidieron denunciar diciendo que Weinstein las había atacado. Por lo menos cuatro de ellas lo acusan de violación.

No serán las últimas

Es tentadora la idea de ver a Weinstein como una aberración, un monstruo en medio de los progresistas políticamente correctos de Hollywood. Harvey cumple con este perfil. Es un hombre obeso e iracundo que de manera regular grita improperios a sus socios de negocios, a sus empleados y, sí, también a periodistas desventurados. Es casi una caricatura del niño malo del patio escolar. Pero cuando se habla de ataques sexuales, Weinstein no es un caso aislado. Es un hecho que el acoso es parte de Hollywood tanto como la carpeta roja.

USA Bill Cosby departs with comedian Joe Torry after the fourth day of Cosby's sexual assault trial at the Montgomery County Courthouse in Norristown, Pennsylvania
Bill Cosby (izq.) enfrentó un juicio que fue declarado nuloImagen: Reuters/L. Jackson

Otros casos célebres

Antes de que la denuncia sobre Weinstein se hiciera pública, tuvimos a Bill Cosby, comediante, estrella de la televisión y, según testimonios de docenas de mujeres, un violador serial que durante décadas drogó y atacó a mujeres.

Más recientemente, dos de los hombres más poderosos en los medios estadounidenses, el presidente de Fox News, Roger E. Alies, y el moderador estrella Bill O'Reilly, fueron forzados a renunciar entre acusaciones de acoso sexual hacia algunas de sus colegas.

Roy Price, director de Amazon Studios y una de las estrellas rutilantes del cine independiente, fue suspendido debido a denuncias similares, publicadas por mis colegas de The Hollywood Reporter.

El nivel de las acusaciones varía. Acoso no es lo mismo que violación. Una acusación no equivale a una prueba en la corte. Pero estos casos subrayan una tendencia preocupante en hombres poderosos (y siempre son hombres) para explotar a mujeres en su mayoría jóvenes.

Nada de esto es nuevo. El término "sofá del casting" –una expresión que pretende restar importancia a la seriedad de la explotación sexual- existe desde los inicios de Hollywood. La estrella infantil Shirley Temple dejó de hacer películas a la edad de 21 años, para escapar los avances sexuales casi constantes y los ataques que tuvo que enfrentar por arte de productores, directores de estudios conematográficos y colegas actores.

La naturaleza del negocio cinematográfico –con el poder concentrado en unas pocas manos; es decir, el pequeño grupo que decide cuál película se filma y cuál no, y además, quién aparecerá en ella- ofrece un campo fértil a la explotación.

Los hombres dominan la industria, como productores, directores de estudios y directores, ante un torrente al parecer infinito de jóvenes mujeres que compiten por los papeles. Las que denunciaron han sido desplazadas o incluidas en "listas negras", y sus carreras se han visto arruinadas.

Acoso endémico

Quizá es eso lo que explica cómo Harvey Weinstein fue capaz de (presuntamente) portarse tan mal por tanto tiempo. El acoso era visto como ruido de fondo en Hollywood y asumido como "así funciona este negocio".

Pero todos los que alguna vez escuchamos los rumores y no hicimos nada –y me incluyo- tenemos una responsabilidad por lo que pasó y sigue sucediendo.

Meryl Streep (izq.) calificó el presunto acoso como "vergonzoso" e "injustificable"
Meryl Streep (izq.) calificó el presunto acoso como "vergonzoso" e "injustificable"Imagen: Getty Images/A.E. Rodriguez

Los medios de comunicación y las élites de Hollywood ahora arrojan a Harvey Weinstein a los lobos. Y con justa razón. Pero pretender que se trata de una excepción y que los problemas de abuso sexual no son endémicos al sistema, sería peligroso y hasta hipócrita.

También sería hipócrita suponer que aquí, en la vieja Europa, cosas así no suceden. Reino Unido tiene también una larga lista de escándalos sexuales. El más impactante es el que rodea Jimmy Saville, celebridad de la BBC, quien abusó de docenas de niñas y niños durante décadas. No conozco casos similares en la industria fílmica alemana. Pero no me extrañaría.

En Alemania hay menos mujeres que en Hollywood con poder real en los medios de comunicación. Y la cultura machista está igual de presente.

Heidi Klum, la famosa modelo alemana y conductora del reality show "Project Runway" (producido por Harvey Weinstein), acierta cuando dice que "sería ingenuo pensar que este comportamiento solo pasa en Hollywood."

En una entrevista con People Magazine, Klum se refirió al escándalo alrededor de Weinstein como "un ejemplo de un problema presente en todo el mundo: el maltrato a las mujeres. Creo que es muy difícil encontrar a una mujer –yo misma incluida- que no haya tenido una experiencia en la cual se haya sentido intimidada o amenazada por un hombre usando su poder, su posición o su estatura física."

¿Cambio de actitud?

El único factor de esperanza que encuentro en el escándalo de Harvey Weinstein es que quizá, solo quizá, las cosas comienzan a cambiar.

En la era de dispositivos portátiles que lo graban todo, es difícil guardar secretos sucios. Y cuando las cosas salen a la luz, hay consecuencias.

La compañía Weinstein despidió a Harvey días después de publicada la nota en el New York Times. La academia se reunirá este sábado (14.10.2017) para debatir su posición acerca de las acusaciones. Amazon suspendió a Roy Price horas después de destapado el escándalo. El caso en contra de Bill Cosby terminó cuando el proceso fue declarado nulo, pero aún cuando se libre de ir a prisión, jamás volverá a trabajar.

Lentamente, demasiado lentamente, Hollywood presta atención al tema. Lentamente, demasiado lentamente, las víctimas de acoso comienzan a ascender a posiciones de poder real dentro de la industria cinematográfica. A posiciones en las cuales será capaces de cambiar las cosas.

No sucederá rápidamente, pero sucederá. Estoy seguro de ello.

Scott Roxborough es jefe de la oficina europea de The Hollywood Reporter y modera la versión inglesa de Kino, el magacín cinematográfico de DW.

 

Scott Roxborough (el)