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Opinión: una sentencia injusta que fortalece a la oposición

Uta Thofern11 de septiembre de 2015

El gobierno de Venezuela vive sus últimas convulsiones. La desproporcionada sentencia contra el conocido opositor Leopoldo López es una prueba del temor al interior del chavismo, opina Uta Thofern.

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Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins

Trece años, nueve meses, siete días y doce horas (!) en prisión militar fueron la sentencia por hacer un llamado a la protesta, lo cual constituye claramente un juicio politizado. Pero en primera instancia, el que se ha enclaustrado a sí mismo es el propio régimen chavista.

La dirigencia venezolana quería neutralizar a una figura emblemática de la oposición. Según las encuestas más recientes, el carismático López es el candidato presidencial con mayores posibilidades de ganar, incluso por delante del más conciliador Henrique Capriles. Esta ventaja la ganó López a lo largo de los 18 meses que ha permanecido preso. Con esta sentencia, él se convierte prácticamente en un mártir, y la oposición se muestra más unida que nunca. López y Capriles han dejado a un lado sus diferencias con miras a una posible victoria electoral en diciembre.

Uta Thofern dirige la redacción de DW para América Latina.
Uta Thofern dirige la redacción de DW para América Latina.

“Dictadura fáctica”

El fallo es, además, un golpe adicional a la de por sí deteriorada imagen de Venezuela en el exterior. El ex presidente del Gobierno español, Felipe González, dijo tras conocerse la sentencia lo que muchos más piensan: “Venezuela se ha transformado en una dictadura fáctica”.

Fieles a su principio de no intervención, los países vecinos se han mantenido al margen, pero el presidente Maduro podrá esperar apoyo abierto de solo unos cuantos. Ni la denuncia de opositores como presuntos fascistas o terroristas, ni la periódica alarma por supuestos intentos de golpe de Estado, ni el urdir conflictos externos como con Guyana o Colombia han cambiado en algo la precaria situación de la mayoría de los venezolanos. La realidad es más fuerte que las palabras: los anaqueles vacíos o la falta de medicamentos no se pueden esconder con meros pretextos. El chavismo sin Hugo Chávez ya no es una fuerza férrea.

Si las elecciones de diciembre transcurren con regularidad, la oposición ganará. Pero no porque la mayoría de los venezolanos estén convencidos de sus propuestas, sino porque el gobierno de Maduro, con su neo-comunismo bolivariano, ha fracasado. La popularidad del presidente llega apenas al 25 por ciento. Su sucesor deberá escombrar la ruina económica sin dejar de lado el equilibrio social. Esta hazaña podría ser lograda con la actual unidad de la oposición, y los electores se han dado cuenta de ello.

Se busca programa económico

Para que en Venezuela se pueda dar realmente un salto democrático, la oposición está obligada a presentar un plan económico convincente, y asegurarse la ayuda internacional. Y no puede cometer errores. Sobre todo, debe evitar caer en provocaciones, a fin de evitar incidentes violentos como los de hace un año y medio. A través de su esposa, López hizo un llamado inmediato a quienes lo apoyan, para que guarden la calma y la dignidad. Si esto se logra, podría hacerse realidad lo que dijo a continuación. “Estas esposas me la va a quitar el pueblo venezolano”.