Opinión: Discusión acaba en conflicto
1 de noviembre de 2015El conflicto ha llegado a la Cancillería alemana. Y parece que para quedarse. La canciller federal y líder de la CDU dialogó con los presidentes de los otros dos partidos de la coalición y no se pusieron de acuerdo en puntos esenciales. Y eso es algo que no ocurre habitualmente entre el personal político berlinés. La crisis de los refugiados afecta al estado de ánimo de la Gran Coalición. Uno propone una cosa sobre la que otro no está de acuerdo. El aire se vuelve cortante.
“Constructivo” fue el esperado encuentro entre los líderes de la CDU, la CSU y el SPD, dijo el portavoz del Gobierno Steffen Seibert al término de la reunión que mantuvieron Angela Merkel, Horst Seehofer y Sigmar Gabriel el domingo (01.11.2015) por la mañana. “Constructivo” es, para empezar, lo contrario a destructivo. Los políticos confunden fácilmente el término cuando no tienen resultados que ofrecer.
“Abierto, constructivo y orientado a lograr soluciones”, es como calificaron la reunión doce horas antes de su comienzo. En aquel momento, Merkel y Seehofer llevaban casi cinco horas reunidos. Del contenido de esa reunión no ha trascendido nada. “Constructivo y orientado a hallar soluciones” son las palabras que utiliza siempre Merkel cuando resume sus reuniones. Para ella, la política significa decidir qué orientación es la adecuada para lograr posibles soluciones. Resumiendo, es un conocimiento básico sin contenido alguno.
Se mantiene la tensión
En por lo menos un aspecto clave de la discusión en el seno de la coalición sigue habiendo tensión. Mientras que la CSU demanda establecer directamente “zonas de tránsito” en las fronteras alemanas, el SPD se niega a establecer dichas “zonas” y propone crear “centros de llegada” en todos los Bundesländer (Estados federados). Estos dos conceptos son y seguirán siendo incompatibles entre sí. Y sólo en un punto fue claro el portavoz del Gobierno Seibert: cuando dijo que no hay acuerdo en lo referente a las “zonas de tránsito”.
El jueves se volverán a sentar juntos –Merkel, Gabriel y Seehofer- para seguir discutiendo. Hasta el jueves sólo quedan cuatro días. Cuatro días en los que los tres participantes pueden ofrecer docenas de entrevistas y hacer numerosas apariciones públicas. Seguro que darán a conocer abiertamente las diferencias en el seno de la coalición. Con ultimátums y amenazas verbales incluidas.
Y antes de que llegue el jueves se reunirán, como hacen habitualmente todos los martes, los grupos parlamentarios. Ya en las últimas reuniones de los representantes de la CDU y la CSU hubo numerosos críticas por parte del líder bávaro a la política de la canciller. Esta semana seguro que se intensifican. Hace tiempo ya que algunos diputados caminan por sus propias zonas de tránsito, en contra de la opinión del Gobierno, y más centrados en las futuras elecciones. A partir de ahora, los miembros de la Gran Coalición no podrán seguir aplazando sus decisiones. Según pasen los días, irá aumentando el suspense.