Opinión: El 8 de mayo de 1945 debe alertarnos sobre el ahora
8 de mayo de 2020El presidente de Alemania es el responsable de los discursos importantes, así como de los grandes y pequeños gestos elocuentes relevantes para la sociedad. Tiene el poder de la palabra y no mucho más. El presidente se ocupa de los grandes temas: la cohesión con el mundo en un país lleno de división y diversidad, un país con personas maravillosas y también algunos idiotas. Cuando Frank-Walter Steinmeier fue elegido presidente de Alemania en febrero de 2017, el concepto de "valor" marcó su primer discurso. Sí, entonces hubo quien se burló en voz baja del Steinmeier orador. El discurso del actual presidente de Alemania, que tiene 64 años y fue ministro de Exteriores en dos ocasiones, era austero y reflexivo, no mostraba una gran empatía. Pero, desde entonces, Steinmeier ha sabido encontrar su estilo. En un año lleno de discursos difíciles, desde el trigésimo aniversario de la caída del Muro, pasando por el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz y la conmemoración del fin de la Segunda Guerra Mundial, hasta el ataque a la sinagoga de Halle y los asesinatos racistas de Hanau, la palabra de Steinmeier se ha convertido en un faro que guía.
Nada es eternamente seguro
Steinmeier habló de valor en febrero de 2017. Pero ya entonces abordó la necesidad de diferenciar entre "hechos y mentiras. Es un objetivo que debemos ponernos a nosotros mismos". Eso sucedió hace más de tres años. Pero las palabras de odio, las teorías de la conspiración y las noticias falsas siguen suponiendo un reto para la política y la sociedad, tanto a pequeña, como mediana y gran escala.
El viernes, 8 de mayo de 2020, con motivo del 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, el presidente Steinmeier hizo del recuerdo del pasado una traslación al momento presente, para concluir en que nada es seguro. Nada es "eternamente seguro". Steinmeier advirtió que eso es algo que puede aplicarse a la libertad y a la democracia, los pilares fundamentales de Alemania. Precisamente Alemania, que vivió de forma tan brutal el totalitarismo y que lo celebró diabólicamente en amplias regiones de Europa.
El discurso de Steinmeier fue un llamado al recuerdo conjunto de historias individuales y de la historia común alemana. De las tragedias de las víctimas y de los actos de los victimarios. Dado que los últimos testigos de los ocurrido morirán pronto, su llamado llega, en realidad, demaisado tarde. Aunque nunca es tarde. Porque Alemania se rompe cuando no busca y cuida lo común. Y ahí es donde entra el recuerdo cuando hay días feriados y conmemorativos: el 3 de octubre es nuestra festividad nacional y celebramos la reunificación de Alemania, pero esa jornada no tiene el mismo peso que el 9 de noviembre (Noche de los cristales rotos) y el 8 de mayo (fin de la Segunda Guerra Mundial).
Suscríbete a nuestro boletín especial sobre el coronavirus y pulsa aquí.
Palabras alarmantes
No nos equivoquemos. Las palabras de Steinmeier en el día conmemorativo del fin de la Segunda Guerra Mundial son alarmantes. El presidente alemán citó el discurso pronunciado en el Bundestag a finales de enero por el presidente de Israel con motivo del día de conmemoración de la liberación de Auschwitz: "Si una vez pudo ocurrir aquí, puede suceder en cualquier lugar." En esa frase resuenan las palabras del escritor y superviviente de Auschwitz Primo Levi: "Ha sucedido y, por lo tanto, puede volver a suceder". Lo pasado ya pasó, pero está presente. Steinmeier enumeró las actuales amenazas de la convivencia y la sociedad: la tentación de un nuevo nacionalismo, la fascinación por el autoritarismo, el odio, la persecución y el desprecio de la democracia. El objetivo de sus palabras sería alertarnos a todos: todo esto es parte de nosotros, se trata del aquí y ahora.
(ms/jov)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |