Opinión: Gabriel no es el peor Ministro del Exterior
29 de junio de 2017Empecemos por las apariencias. Sigmar Gabriel ha cambiado. A él no le gusta hablar de esas cosas y por lo tanto, citamos a la revista "Gala" que ya en marzo escribió: "Sigmar Gabriel luce con una cara adelgazada".
Asi que luce. Mucho se habló sobre su traslado al Ministerio del Exterior y su esperanza de poder disfrutar más de su familia. También se habló mucho de que Gabriel quiso deshacerse de la presión de ser el candidato a la cancillería del partido socialdemócrata y finalmente prefirió buscar popularidad en el puesto de Ministro del Exterior. Pero las recientes peleas con su colega ruso, Sergei Lavrov, demuestran todo lo contrario.
Su predecesor Frank-Walter Steinmeier fue muy diferente. Con su tranquilidad y su disposición a dialogar infinitamente se calificó a la perfección para el puesto más alto del Estado: la presidencia. Sin embargo, su compañero de partido Sigmar Gabriel es un hombre de convicciones a quien no le gustan demasiado los juegos tácticos de la gran coalición de Berlín.
Se ha adaptado al nuevo puesto y evita escandalizar. Sin embargo, Gabriel habla sin rodeos – en Jerusalén, en Washington o ahora en Moscú. "Permítanme hacer algunos comentarios. Naturalmente vemos las cosas de manera diferente, dijo Gabriel en Krasnodar, Rusia, después de que Lavrov había criticado en su manera muy extensa la política de los países occidentales. ¿Algunos comentarios? Lavrov puso una mirada de asombro crítico, pero quizás es la única manera en la que puede mirar después de 13 años como ministro ruso de Asuntos Exteriores.
"Eso no lo quiere ni Sergei"
"Para nosotros es un criminal de guerra", dice Gabriel sobre Asad. ¡Zas! Lavrov se rasca la nariz. Más tarde, un reporteo pregunta seriamente sobre la probabilidad de una Europa unida con Rusia desde Lisboa a Vladivostok. Gabriel agarra el brazo de Lavrov y responde sonriendo "Eso no lo quiere ni Sergei". "Les puedo asegurar que con Lavrov no hay duda sobre la claridad de su posición", añade Gabriel. "Y por ello es tan agradable debatir con él".
Pero mientras Gabriel practica sus ejercicios retóricos en el lejano Krasnodar, la canciller Angela Merkel entrega su declaración de gobierno sobre la próxima cumbre del G-20. Poco más tarde recibe al presidente francés Emmanuel Macron y otros jefes de estado prara preparar la cumbre. ¿No será que las cuestiones más relevantes de la política exterior se manejan de todos modos en la Cancillería y no en el Ministerio del Exterior?
¿Y después de las elecciones?
Se puede ver de esa manera. Pero después de las elecciones, todo será diferente. Dependiendo de la posible coalición, algunos estiman que el viejo Jürgen Trittin del partido Los Verdes podría ser un candidato convertirse en el nuevo Ministro del Exterior. En el caso del partido liberal FDP el puesto caería seguramente sobre su joven líder Christian Lindner. Sea como fuere. El Ministerio del Exterior suele asignarse al socio menor en una coalición. Posiblemente se echará de menos a Gabriel. Alguien que habla sin rodeos. Para Alemania, que tiene que asumir más responsabilidad en el mundo, Gabriel no es el peor de los posibles Ministros del Exterior. La probabilidad de que los socialdemócratas puedan establecer de nuevo una coalición con la eterna canciller Angela Merkel, sin embargo, es una historia completamente diferente.