Opinión: ¿Se acabó la voluntad?

¿Dónde estaba la mujer más poderosa de Europa al comienzo de esta semana decisiva? No aparecía en los titulares de los periódicos griegos. Angela Merkel consiguió que no la dibujaran como a la mala de la película, con casco militar o un uniforme nazi, como hace un par de años, en una de las fases más difíciles de la interminable crisis griega. Ahora, la señal de la canciller es clara: nosotros, los alemanes, y el Gobierno alemán, no decidimos sobre la suerte y la desgracia de otros. Alemania es parte de los 28 países europeos y uno de los 19 de la zona Euro. En la Unión Europea no es uno el que decide, sino todos.

Al comienzo de esta semana crucial, Angela Merkel celebraba el 70 aniversario de su partido (CDU) en Berlín. “Europa vive de la capacidad de llegar a compromisos”, dijo la canciller en su discurso. Y también de que se respeten reglas como “solidaridad y responsabilidad”. Si se traicionan las normas, se traicionan los valores: ese es un principio fundamental para la canciller.

Debido al cuidado con el que ejerció su papel de dirigente durante la crisis griega, Merkel recibió incluso apoyos inesperados. Helmut Schmidt, excanciller alemán del Partido Socialdemócrata, se mostró impresionado: en cuanto Alemania ejerce su liderazgo, todos se acuerdan del pasado nazi y los gobiernos europeos se ponen en su contra.

Schmidt tiene 97 años y se lo puede considerar un hombre experimentado. Pero ahora algo ha cambiado, y Alemania tiene expectativas diferentes. Si se echa una mirada a los medios internacionales, surge una pregunta: ¿Dónde está Angela Merkel? Desde hace un año y medio, tanto el presidente federal como el ministro de Defensa o el ministro de Exteriores hablan de que Alemania debería tener mayor peso internacional. Un tema nada popular. Y por eso Angela Merkel no estuvo presente cuando se plantearon preguntas y respuestas sobre el papel de Alemania en el mundo.

Sin embargo, al comienzo de esta semana clave, Angela Merkel volvió a usar una frase que no quería recordar desde hace mucho tiempo: "Si fracasa el euro, fracasa Europa". No aclaró a partir de qué punto se puede considerar el euro como fracasado ni si Grecia tiene algo que ver con ello, pero es una buena frase para volver a mostrarse y decir "Aquí está Angela Merkel, aquí está la jefa de Gobierno de la nación más poblada y económicamente más poderosa de la UE, que hará todo lo necesario para que Europa no fracase". Junto a sus socios o, en caso de ser necesario, con un liderazgo que va más allá de la mera simpatía.