Steinmeier recuerda la esencia de la política
21 de noviembre de 2017"¡Pónganse a trabajar! ¡Una vez más!" El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha pedido a los representantes de los partidos CDU, CSU, FDP, Verdes y también al SPD que continúen las negociaciones para formar un gobierno. Steinmeier habló calmado y como estadista, ciñéndose a su cargo. Pero esto es, si hacemos una segunda lectura, una bofetada.
Nuevo en la historia alemana
Steinmeier actuó como un hombre de Estado, un concepto que adquiere un nuevo significado en este momento. Pues Steinmeier habló en un momento complicado: "Nos enfrentamos a una situación que no ha existido en la historia de la República Federal de Alemania en los últimos 70 años". También recordó a los partidos el significado de la negociación política: "Todos los partidos políticos elegidos para el Bundestag están comprometidos con el bien común, con servir a nuestro país".
Que esto sea expresado por un presidente con una frase tan clara en este momento, hace, sin duda alguna, que el pedido sea un fuerte llamado de atención. Es una lección de política para el país en momentos en los que se celebra la política partidaria. Steinmeier no usa el término 'clientelismo político', pero su advertencia al respecto se puede entender entre líneas. "Aquellos que prometen responsabilidad política en las elecciones no deben eludirla cuando está en sus manos". Los compañeros de Steinmeier en el SPD también deben estar felices con este llamado de atención de quien fuera su candidato a canciller en la campaña electoral de 2009.
Ahora, el presidente, que a veces ha sido catalogado como 'rey de reemplazo' o 'de adorno', tiene algo más que el poder de la palabra o del gran discurso. Su deber más importante, según la ley, es aclarar en situaciones muy específicas la cuestión sobre nuevas elecciones. Y precisamente en este punto, Steinmeier ahora quiere ser claro. En una entrevista que dio el domingo a un diario ya lo había insinuado, pero ahora es su mensaje principal: a Alemania le ha ido bien con un manejo muy moderado de la situación como para convocar sorpresivamente a nuevas elecciones. Eso favoreció la estabilidad.
Qué seguirá, queda en duda
Respecto a lo que sucederá si es que los partidos finalmente no llegan a un acuerdo, el presidente deja abierta cualquier posibilidad. En su discurso no ha sugerido nuevas elecciones como solución, y la responsabilidad tampoco está en la presidencia. La responsabilidad la siguen teniendo los partidos. Esto no debe ser para ellos solo un pedido, sino sobre todo una amonestación. Alemania es un modelo a seguir en todo el mundo. Y los partidos deben tenerlo presente.
A los partidos políticos les gusta referirse al bien común, al servicio a la sociedad, a un todo más amplio. Y por cierto, los miembros del gabinete prometen dedicar sus "fuerzas para el bien del pueblo alemán" durante su juramentación. Lo que se ha ofrecido en las últimas cuatro semanas y media dista mucho de ello. Allí, el bien común no fue el tema central, sino una lista que fueron negociando punto por punto. La organización política supone, sin embargo, la voluntad de orientarse hacia el bien común. Será interesante ver si los partidos tienen la fortaleza para ello.
Autor Christoph Strack (CT/CP)