Oposición siria: elecciones presidenciales son una “farsa”
3 de junio de 2014
En medio de fuertes medidas de seguridad y con una cruenta guerra civil como telón de fondo comenzaron este martes (3.06.2014) las elecciones presidenciales en Siria, en las que el presidente Bashar al Assad, en el poder desde el año 2000, aspira a un tercer mandato.
La televisión siria mostró en la mañana imágenes de seguidores de Al Assad enarbolando retratos del jefe de Estado frente a los locales de votación. Cerca de 16 millones de ciudadanos están llamados a las urnas. Las elecciones solo se llevan a cabo en los lugares donde las tropas del gobierno controlan la situación, es decir, en la capital, Damasco, en la región costera y en las grandes ciudades del país.
Al Assad se enfrenta por primera vez a contrincantes en estos comicios, pero sus dos rivales, el diputado comunista Maher al Hayar y el exministro de Estado Hassan al Nuri, son figuras poco conocidas a quienes no se les otorga ninguna perspectiva de triunfo.
Oposición: elecciones son “farsa”
Los opositores más destacados están virtualmente excluidos de las elecciones porque la mayoría de ellos participan en la lucha contra el régimen de Al Assad o viven en el exilio.
Muchos de los aproximadamente 15,8 millones de sirios habilitados para votar no la tendrán fácil para poder acudir a uno de los 9.601 locales de votación. Según datos de Naciones Unidas, más del 40 por ciento de los poco más de 22 millones de sirios han huido o viven en el exilio.
En declaraciones a la emisora Deutschlandfunk, el embajador de la opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS), Abdullah, calificó las presidenciales de “farsa” y “tragedia”. Asimismo, pidió que la comunidad internacional ejerza más presión sobre el gobierno sirio a fin de lograr que se abran corredores humanitarios. Por su parte, los rebeldes sirios llamaron a boicotear los comicios.
Medios de comunicación progubernamentales han difundido imágenes de Al Assad depositando su voto en la escuela del Mártir Naim Muasiri, en el barrio de Al Malaki en Damasco, acompañado de su esposa.
VC (dpa, dlf, efe)